Confesar que desmembró a dos adolescentes, que según él no asesinó, no fue suficiente para enviar a la cárcel a Sergio Hurtado Arango, conocido como “el Descuartizador de Boston”.
La historia retorna a la memoria porque este miércoles se cumplieron seis años desde la tragedia que enlutó a dos familias del oriente de Medellín.
El drama comenzó cuando el 01/3/09 Lorena Giraldo Correa y Katerine Cano Patiño, de 17 años, fueron invitadas a una fiesta en la vivienda de Hurtado, en el barrio Boston.
Las muchachas no regresaron y durante tres días nadie supo de ellas. Hurtado, el anfitrión de la rumba y estudiante de Sistemas, afirmó que desconocía su paradero.
Al amanecer del 4 de marzo, los vecinos llamaron a la Línea 123 porque sentían un olor nauseabundo que provenía de aquella casa. Dos uniformados llegaron y al tocar hubo conmoción en el interior. El padre de Hurtado, de 66 años en ese entonces, retuvo la puerta para evitar el ingreso de la Fuerza Pública, mientras su hijo de 35 se escabullía por el tejado.
Los policías entraron a la fuerza y en la habitación del sospechoso hallaron una caneca plástica. Adentro había cemento endurecido, del cual sobresalía una cabellera de mujer. Los criminalistas del CTI emplearon martillo y cincel para fracturar el concreto y extraer los restos mutilados de dos personas, que resultaron ser Lorena y Katerine.
En la propiedad también encontraron material pornográfico y diversas prendas de mujer, según el expediente.
Debido al alto deterioro de los cuerpos, Medicina Legal no pudo comprobar que las menores hubiesen sido asesinadas; tampoco logró determinar que hayan muerto por sobredosis de droga, como se especuló. La ausencia del dictamen científico y de testigos limitaron la acción de la Fiscalía. Pasaron los años y no se expedía orden de captura.
A través de tutelas, los familiares lograron que el expediente cambiara de despacho y la nueva fiscal asignada ordenó el arresto del indiciado, que fue realizado por el CTI en 2013, en Montería.
A Hurtado lo judicializaron por ocultamiento, alteración o destrucción de material probatorio. Aceptó su responsabilidad y una semana después fue dejado en libertad. El 02/10/14 el Tribunal Superior de Medellín confirmó en segunda instancia la condena a 3 años y 10 meses de prisión por el citado cargo.
El Código Penal contempla que las penas inferiores a cuatro años son excarcelables, por lo que “el Descuartizador de Boston” anda libre.
Jacqueline Patiño, madre de Katerine, se declara abatida por lo que ella considera una injusticia de la justicia. A veces quisiera abandonar la lucha y cremar los restos de su hija, para darle algún descanso al alma, pero no puede.
“La Fiscalía nos prohibe hacer la cremación, que porque están esperando una autorización desde Bogotá para hacer la exhumación y otras pruebas, a ver si se sabe de qué murieron las niñas”, cuenta.
Elsy Correa, la progenitora de Lorena, afirma que “este domingo unas ONG van a hacer una marcha por las mujeres acá en Medellín, allá voy a estar yo. Sigo protestando por tanta negligencia de la justicia”.
