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Así construye EPM el alcantarillado aéreo en el barrio Bello Oriente

El sistema es especial para terrenos escarpados, de compleja geografía, donde no es posible que las tuberías vayan por las tradicionales zanjas.

  • Poco a poco se van instalando las tuberías, algunas de hasta 45 m de altura, en Bello Oriente. FOTOS Esneider gutiérrez
    Poco a poco se van instalando las tuberías, algunas de hasta 45 m de altura, en Bello Oriente. FOTOS Esneider gutiérrez
  • Así construye EPM el alcantarillado aéreo en el barrio Bello Oriente
21 de julio de 2022
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Si las montañas de Medellín -irregulares, altas y surcadas por abundantes quebradas y con múltiples nacimientos de agua- fueron conquistadas por humildes campesinos, migrantes, obreros y desplazados de otras regiones, EPM no se quedó atrás y a medida que fueron llegando pobladores también fue extendiendo sus redes de servicios básicos: agua, electricidad, teléfono y gas, siempre con la más avanzada tecnología.

Y si bien ese poblamiento de las montañas se fue incrementando en el tiempo, fue en la segunda mitad del siglo XX cuando empezó a tener los mayores picos: “En el medio siglo transcurrido entre 1905 y 1951, Medellín pasó de ser un pueblo grande a una ciudad en torno a la cual giraban todos los asuntos económicos, sociales, políticos y culturales de la región antioqueña”, apunta Sandra Ramírez Patiño en el estudio Cuando Antioquia se volvió Medellín, 1905-1950. En 1951 la ciudad tenía 358.189 habitantes y en el censo de 2018 se contaron 2.427.129, casi 7 veces más en solo 70 años.

Este preámbulo sirve para mostrar el ritmo desbocado de la ciudad, que evidencia un sobrepoblamiento que lo desbordó todo, incluso la capacidad de dotar con servicios básicos a todos los hogares, sobre todo a los que crecieron sin planificar y cuyos moradores simplemente se asentaron en cualquier terreno que encontraron libre: la urgencia era sobrevivir y levantar a la prole a como diera lugar.

Así crecieron barrios como Bello Oriente, en la comuna 3 (Manrique), en la parte más alta de la montaña nororiental, y por esta razón aún hay familias que carecen de algunos servicios básicos, como agua potable, redes de acueducto y energía eléctrica, complejas de instalar incluso para EPM, a pesar de su experiencia de seis décadas haciendo la tarea no solo en Medellín sino también en Antioquia.

Bello Oriente es un sector de geografía muy quebrada. Gran parte de las casas están construidas a orillas de quebradas y caños y las vías se extendieron sobre lomas empinadas. El acceso y salida es complejo, tanto que pareciera estar más cerca de Guarne que de Medellín.

Y sobre ese complejo entramado, actualmente EPM llega con lo mejor de su tecnología para suplir esa falencia. La entidad adelanta la construcción del segundo alcantarillado aéreo, una obra que beneficiará a más de 2.000 habitantes de este barrio, considerado el más alto de la ciudad. La obra garantizará el acceso de la comunidad a un servicio que anhelaban pero que tal vez no había llegado por la complejidad de los terrenos.

En un territorio muy parecido y por la misma zona de la comuna nororiental, EPM ya había instalado el primer sistema de alcantarillado aéreo en el barrio La Honda, además de un acueducto con el mismo sistema en el barrio San José la Cima. La primera instalación con esta metodología se ejecutó en Turbo en 2017 y el sistema sigue operando en beneficio de los habitantes del sector Santa Fe de la Playa.

Ya hay familias felices

La instalación de este nuevo sistema en Bello Oriente se inició en mayo de 2021 y se lleva a cabo en la cuenca de la quebrada La Mansión. En total se extenderá una red de 2.500 metros de tuberías de acueducto y 1.700 m de alcantarillado, de los cuales 375 m corresponden a redes aéreas.

En el barrio la expectativa crece, dado que son familias que por muchos años sufrieron la carencia de estos servicios. Aún no ha terminado de montarse la mayoría de tuberías de alcantarillado y por eso de las casas salen tubos de PVC y otros materiales de los que manan aguas sucias o residuales que van directo al afluente. Las redes de acueducto ya se extendieron y hoy benefician a 635 familias.

Flora Ramírez Cardona y Eduardo Restrepo Arias son los padres de uno de los hogares beneficiados, en un circuito ubicado en la carrera 23B con la calle 84B y aledañas. Dicen que ahora disfrutan de agua potable que sale de las llaves todo el tiempo.

“Hace poquito nos empezó a llegar el agua, antes la teníamos pero de un acueducto comunal, esta es más potable y con muy buen chorro”, afirma la señora, que si bien agradece el servicio, pide que le instalen un paso de la quebrada hacia su casa que ella llama puente y del cual disponía antes de que se iniciaran los trabajos de EPM: “Me estoy viendo a gatas para entrar y salir con mi bebé y no tenemos forma de construirlo nosotros”, repite.

Algunos vecinos afirman que si bien el puente sí estaba antes, un día se creció la quebrada y terminó de tumbarlo. Eduvina Rueda sostiene que sea cual sea la razón, “nada les cuesta hacer el puentecito, que además les sirve a los vecinos de toda la cuadra, porque todos están pasando por la quebrada”, incluidos niños y adultos mayores.

La misma Eduvina y sus vecinas Gladys y Blanca David señalan que con el acueducto nuevo les ha cambiado la vida para bien, pues ahora disponen del líquido las 24 horas, “solo la quitan para lavar las redes o a veces para seguir los trabajos que están haciendo”, señala una de ellas.

Paula Andrea Menjura Mejía, líder de Conexiones de Vida, el proyecto que incluye las instalaciones aéreas, indica que las obras que se adelantan en Bello Oriente se enmarcan en el propósito de beneficiar a 14.200 viviendas de la ciudad con acceso a los servicios públicos de acueducto y alcantarillado y cuentan con el respaldo de la alcaldía.

“Con esta intervención técnica se interceptarán todas las descargas de aguas residuales y se transportarán a un colector de EPM, lo que permitirá una recolección segura, evitando la contaminación del afluente hídrico y disminuyendo los riesgos inherentes a la mala disposición, ya que se dejan de recibir 25,30 litros por segundo de aguas residuales”, dice.

El gran reto técnico de este proyecto ha sido llevar la cobertura a las familias, pues gran parte están asentadas en el retiro de la quebrada La Mansión. La estructura estará soportada por 11 postes de energía y cimentada por 10 pilas en concreto. “Este es un método novedoso que permitirá la construcción del sistema, mitigando las condiciones de inestabilidad, deslizamiento e inundación que presenta el sector”. Es decir, la tecnología aérea permite sortear la montaña quebradiza e irregular, así como las posibles crecidas de la quebrada y sus impactos, buscando que se afecten las tuberías ni el sistema.

Para garantizar el mantenimiento de las redes, el sistema contará, además, con unas plataformas tipo ménsulas (estructuras sobresalientes) que permitirán a los operarios encargados de dicho proceso desplazarse al extremo superior de la estructura y realizar labores cuando se requiera.

La obra tiene un costo de $5.200 millones en beneficio de más de 520 hogares. En unos pocos meses estará lista y en servicio.

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