El mirador de Loreto se quedó sin comerciantes

Alcaldía demolió 15 locales de ventas por violar el uso del suelo y por ubicación en zona de riesgo. Familias cuestionan medida.

Los locales de comidas en el mirador de Loreto fueron construidos por la misma comunidad, en un terreno privado, del que dicen los comerciantes fue cedido para tal fin. FOTO manuel saldarriaga

La demolición de 15 locales que atendían a los visitantes del llamado mirador de Loreto, por parte de la Secretaría de Seguridad de Medellín, con el argumento de que las casetas estaban operando en zona de alto riesgo, causó no solo sorpresa sino también desazón entre los propietarios de los negocios.

Según los afectados, cuando hace cinco meses la alcaldía llegó hasta el sitio y les hizo cerrar los módulos para que, según ellos, tramitaran un permiso de uso del suelo, todos quedaron tranquilos, porque pensaron que se trataba de un simple trámite administrativo.

Pero pasó el tiempo y dicho permiso del uso del suelo no les fue posible obtenerlo. Ellos esperaban una solución con la reapertura de los puestos, en los cuales varios dicen estar hace más de veinte años.

Pero todo cambió a las 6:00 de la mañana del miércoles pasado, cuando llegaron máquinas de la Secretaría de Seguridad a demoler una a una las casetas, todas dedicadas a la venta de comidas.

“Ese papel de uso del suelo lo da la misma alcaldía y obvio que no nos lo iban a dar y ahora salen con que estamos en zona de alto riesgo, cuando no es cierto, pues en el mismo predio están construyendo edificios de apartamentos”, dice Édgar Darío Zabala, quien afirma llevar veinte años en el lugar y emerge como vocero de las afectados.

Dos razones básicas

Para el secretario de Seguridad de Medellín, Andrés Tobón Villada, los dos motivos para haber efectuado este desalojo y demolición de los módulos están claros: “uno es la protección de la vida, pues el predio estaba declarado por el Dagrd como de alto riesgo; y el otro es la restitución del espacio público”, pues el uso del suelo del lugar no permite dicha actividad comercial.

Por esto, la orden de desalojo y desmonte de las estructuras llegó el 22 de octubre para efectuarse el 30, tras haber sido detectadas fallas en las losas de piso, “teniendo en cuenta que estas construcciones sobre llenos ponen en riesgo de colapso las estructuras”, dice la orden del Dagrd.

Sin embargo, ambos argumentos no son compartidos por las familias afectadas, que además afirman que el espacio pertenece a un privado que se los cedió hace veinte años: “La realidad de este lote es que es privado, el dueño nos lo cedió para que trabajáramos organizados con la condición de que no nos expandiéramos, y así le cumplimos”, relata Ferney Quintero.

El secretario Tobón Villada asegura que a los comerciantes se les propuso ir a trabajar a otros lugares de Medellín, como la zona del Estadio, pero solo aceptaron 4 familias.

“Nosotros teníamos espacios de más de 200 metros y ahora nos dan módulos de dos metros y en lugares que otros abandonaron porque no eran rentables”, insiste Zabala.

“Una función constitucional es proteger la vida, y para los que no aceptaron sigue abierta la oferta del Municipio”, advierte Tobón Villada, quien resaltó que el operativo de demolición de los módulos se hizo sin atropellos a la comunidad.

años llevaban las 15 familias ocupando el mirador, según dicen los mismos afectados.