Quintero propone que gerente de EPM trascienda la alcaldía: ¿es viable?

El alcalde electo Daniel Quintero propone que el líder de la empresa no dependa del gobierno de turno. Luces y sombras de la posibilidad.

En el periodo 2008-2018 las transferencias de EPM a Medellín representaron un 19 % de los ingresos totales del Municipio. FOTO: ARCHIVO DONALDO ZULUAGA

Más que cualquier secretario o director de una entidad adscrita al Municipio, el nombramiento que copa la atención cada vez que es elegido un Alcalde de Medellín es el gerente de EPM. La empresa de servicios públicos es la joya de la corona porque cada año le transfiere a la ciudad el 55 % de sus utilidades. En el periodo 2004-2019 estas alcanzaron los $12,3 billones, tanto como valdrían cuatro metros ligeros de la 80, 12 túneles de Oriente o 41 metrocables de Picacho.

Ahora bien, el anuncio de quién será el vigésimo cuarto gerente de EPM desde su fundación en 1955 viene acompañado de una propuesta adicional: que su periodo no esté atado al cuatrienio del mandatario de turno. Así lo anunció, en entrevista con EL COLOMBIANO el domingo pasado, el alcalde electo Daniel Quintero Calle. El undécimo mandatario elegido por voto popular anunció que harán una auditoría que permita saber el estado actual de la empresa de servicios y sus retos futuros.

En función de esa auditoría se elaborará un perfil técnico para avanzar en la escogencia de la persona que sucederá a Jorge Londoño de la Cuesta.

“¿Qué quisiera yo? Pensarnos de una vez un modelo que le dé estabilidad a la gerencia y a la junta en el tiempo, pensar en cómo se toman las decisiones de elección y de cambio del gerente de EPM, eso incluso implica que yo mismo renuncie a la escogencia de la gerencia, pero con la garantía de que tenga estabilidad en el tiempo. Nada le hace más daño a la gerencia de EPM que su cambio cada cuatro años”, justificó. Añadió que establecer un modelo gerencial que trascienda su administración “es mi objetivo más grande en relación con el gerente de EPM” y sostuvo que puede que ya tenga resistencia dentro de EPM por su posición crítica frente a Hidroituango, pero que “lo importante es que el gerente no la tenga”.

¿Qué dice la normatividad?

El acuerdo municipal 69 de 1997 autorizó convertir a EPM en una empresa industrial y comercial del Estado, de propietario único y del orden municipal. El artículo nueve de dicho acuerdo establece que “el gerente general será nombrado y removido por el señor alcalde” y que debe garantizar “la continuidad de la gestión gerencial atendiendo criterios de eficacia y eficiencia, según los resultados operacionales y los indicadores de gestión”.

El acuerdo 12 de 1998, por medio del cual se adoptaron los estatutos de EPM, reitera en el artículo 19 la capacidad del alcalde para nombrar y remover el gerente de la empresa.

Pero la facultad nominativa del mandatario municipal está definida en los artículos 315 de la Constitución y 91 de la Ley 136 de 1994, los cuales lo facultan para nombrar y remover a los funcionarios bajo su dependencia y a los gerentes y directores de los establecimientos públicos y las empresas industriales y comerciales de carácter local.

Opinan los exgerentes

Para Mauricio Restrepo Gutiérrez, gerente de EPM entre enero de 1995 y diciembre de 1998, la intención de Quintero está bien encaminada para lograr estabilidad gerencial en la “entidad más importante del municipio”.

También avaló la implementación de un proceso de selección que cumpla protocolos técnicos, sin embargo, dijo que garantizar que la próxima administración no cambie el designado es complejo porque el alcalde elegido por voto popular es autónomo para determinar quién es el gerente.

Restrepo, que lo fue cuando se discutió el acuerdo 69 de 1997, dijo que el Concejo le otorgó las facultades de selección al alcalde, las cuales no “debería perder”.

Ramiro Valencia Cossio, quien tomó las riendas de EPM entre enero de 1998 y diciembre de 2000, opinó que para concretar la propuesta de Quintero habría que cambiar la ley porque ni siquiera la modificación de un acuerdo municipal podría quitarle a su sucesor la facultad de elegir al gerente. “Creo que ningún alcalde que sea elegido popularmente va a perder la opción de nombrar al gerente de la principal empresa del municipio”, indicó.

Valencia detalló que la elección popular de alcaldes le dio cierta inestabilidad a los gerentes de EPM. En efecto, entre 1955 y 1988 fueron designados 11 gerentes, para un promedio de tres años, exceptuando el periodo de Diego Calle Restrepo que duró nueve años (1 de julio de 1976 al 20 de octubre de 1985). Entre 1988 y 2019, por su parte, van 12 gerentes, para un promedio de gobierno de 2,6 años.

Federico Restrepo Posada, mandamás de EPM entre enero de 2008 y diciembre de 2011, dijo que le parece una “propuesta sana” con la que Quintero envía un mensaje de que estará rodeado de personas independientes, elegidas por meritocracia. “Sería positivo darle continuidad. En una empresa como estas se toman decisiones de inversiones que trascienden los periodos de las administraciones locales. Cada cuatro años se deben cruzar los dedos”, concluyó.