Los movimientos incómodos de un hombre, de contextura gruesa, que había aterrizado en un vuelo desde Caucasia le generaron intriga a las autoridades, por lo que se le acercaron y lo revisaron. Al verificar el origen de este comportamiento, se enteraron que tenía ocultos 20 lingotes de oro, de los cuales no justificó su origen, por lo que decidieron capturarlo.
Los hechos ocurrieron el pasado jueves en el aeropuerto Olaya Herrera, de Medellín, luego de que personal de la Policía de este terminal aéreo viera que los movimientos incómodos, como si llevara algo muy pesado, se originaran de una riñonera que tenía en su cintura. Incluso, se estaba quejando de algunas dolencias en esta parte del cuerpo.
La teniente Viviana Guevara Pava, comandante de la estación de Policía del aeropuerto Olaya Herrera, señaló que “los policías de plataforma se percatan de la actitud sospechosa de esta persona, por lo que le revisan el bolso y encuentan que lleva varios lingotes de oro”.
Al ver este contenido, empezaron a hacer una revisión más exhaustiva a este hombre, de 57 años, y encontraron que tenía adheridos a su cuerpo, con una cinta, otros cinco lingotes de oro.
A partir de ese momento, los policías comenzaron a realizarle los procedimientos de rutina y solo pudieron establecer que había llegado desde El Bagre, desde donde se movilizó hacia el aeropuerto Juan H. White, de Caucasia, para tomar el vuelo hacia Medellín
De acuerdo con la Policía Metropolitana, los 20 lingotes encontrados, de distintas dimensiones, tenían un peso de 9.040 gramos y su valor comercial estaba estipulado en los $2.400 millones.
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Luego de encontrar todo este oro, el cual iba a ser comercializado, los policiales le solicitaron los documentos que respaldaran el origen de este mineral, los cuales no entregó, razón por la cual decidieron capturarlo para iniciarle un proceso judicial por los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de activos.
Las autoridades tratan de establecer si este oro pertenecería a alguna de las estructuras que se dedican a la explotación de este mineral.
La subregión del Bajo Cauca antioqueño, de donde provenía el capturado, se encuentra en una disputa por el control del oro entre bandas criminales que están detrás del contrabando de este mineral, además de los homicidios cometidos por el control de las dragas y los dragones que permiten su explotación.
De hecho, esta misma semana la Policía Antioquia capturó a seis personas que pertenecían a una estructura ilegal dedicada a la explotación del oro y que estaría detrás de la contaminación de los ríos Nechí y Cauca.
La puja con el control de la explotación y la comercialización se la disputan a sangre y fuego las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), el ELN y las disidencias de las Farc.
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La riqueza está en su comercialización, sea legal o ilegal, teniendo en cuenta que, según el Banco de la República, el gramo del oro está a $253.570 el precio de compra, mientras que el de venta llega a los $266.916.
Este es el precio oficial, aunque desde la Confederación de Mineros de Colombia aseguraron que en el bajo mundo, el oro se puede comercializar hasta en un 40% menos que el precio internacional establecido.