El drama que están viviendo dos estudiantes de Historia de la Universidad Nacional de Medellín, heridos de gravedad al ser atracados, es el detonante para que se ponga fin a la inseguridad en los alrededores de ese centro educativo.
Y es que los casos de Santiago Mefhisto Morales y Andrés Felipe Toro han consternado a la comunidad universitaria, así como a las directivas que claman a las autoridades por una intervención urgente en la zona del campus El Volador que evite una muerte a manos de los atracadores.
Los dos muchachos quedaron con lesiones de por vida. Así lo reveló Rainiero Jiménez, director de Bienestar Universitario de la institución, quien agregó que las denuncias en su despacho sobre estudiantes víctimas de los ladrones a las afueras de la sede principal, son constantes.
“Me preocupa, porque llegará el momento que no sean heridas, sino la muerte. Los estudiantes que salen e ingresan por las porterías de la Autopista Norte y la Iguaná están siendo presa de los delincuentes”, apuntó.
Vivos de milagro
Eran las 10:00 a.m. del pasado martes 5 de septiembre, cuando Santiago Mefhisto se bajó en el subterráneo del intercambio vial Punto Cero de una buseta que lo traía de su casa en Castilla a la universidad. Segundos luego, su vida cambió.
“No llevaba celular en la mano, ni billetera en el bolsillo, todo lo tenía en el morral. Luego de bajarme de la buseta empecé a subir las escaleras y antes de que se acabaran había un tipo que no parecía ni habitante de calle, ni tenía aspecto de atracador. Cuando estaba llegando a la calle, sentí que un cuchillo me rozó la espalda”, comentó el estudiante de tercer semestre.
Morales, recordó que el hombre lo atacó con un puñal y comenzó un forcejeo, en el que el estudiante evitaba ser apuñaleado.
“Le dije que si quería robarme que se llevara lo que quisiera. Me siguió agrediendo, entonces opté por lanzarme por las escaleras con él. Rodé 23 escalones y cuando caímos al sótano el hombre salió corriendo con otras dos personas”, narra el joven de 23 años de edad.
Al final de la lucha, Morales sufrió, principalmente, múltiples fracturas en su mano derecha, y aunque fue operado perdió movilidad y fuerza en ella.
El antecedente de víctimas universitarias se remonta a noviembre de 2015, cuando Andrés Toro, luego de salir de clase en la Nacional se dirigió a encontrarse con su novia cerca al parque de los Deseos. Ahí fue abordado por dos hombres que le pidieron entregarles lo que tuviera. Les dio su celular y 2.000 pesos.
“Les dio rabia y uno de ellos me apuñaló en el cuello, cerca a la aorta”, explicó.
Debido a la gravedad de la herida, Toro, que estudiaba además de Historia en la Nacional, Biología en la Universidad de Antioquia, perdió la movilidad en la parte derecha de su cuerpo. Además, tiene dificultades para escuchar y comprender.
“Tuve que suspender mis clases, aunque ahora con ayuda de los profesores estoy intentando reiniciarlas. Con las terapias me puedo mover, pero me cuesta comprender”, relató.
Corredores seguros
El secretario de Seguridad de Medellín, Andrés Tobón, dijo no tener reportes sobre estos casos particulares, ni sobre otros de hurtos a estudiantes en esta zona de la ciudad.
“La zona Punto Cero, donde se presentan los mencionados casos de atracos, se considera un segmento crítico que es atendido por la Policía debido al alto flujo de personas que pasan por allí”, señaló.
Tobón confirmó que tiene programada una reunión con las directivas de la universidad para revisar las situaciones de inseguridad que se están presentando en los alrededores del campus.
“La idea es generar espacios y rutas seguras para los estudiantes”, concluyó.