Antioquia, que debe priorizar dos ecosistemas y cuatro áreas de bosques no cubiertas hasta ahora por el sistema departamental y completar así el 17% del territorio protegido que recomienda la Convención sobre la Diversidad Biológica, tendrá este año cuatro nuevas áreas.
Hoy 8,9 % del territorio está protegido.
Las áreas boscosas sugeridas como prioritarias son Sonsón-Alto de San Miguel, corredor Yarumal-Anorí-Amalfi, Chocó antioqueño (Murindó y Vigía del Fuerte), y bosques de Serranía de San Lucas.
Los ecosistemas irrenunciables (para mantener en estado natural) son 144 kilómetros cuadrados de bosque seco y 70 kilómetros cuadrados de manglares en el Caribe.
Eso se desprende del estudio Antioquia un Territorio para Conservar, desarrollado por el Grupo de Investigación en Servicios Ecosistémicos y Cambio Climático del Jardín Botánico, que coordina Esteban Álvarez Dávila.
El estudio sugiere ampliar los Parques Nacionales Paramillo hacia Mutatá, y Las Orquídeas hacia el suroriente.
No son los únicos objetivos. Alejandro González Valencia, director de Corantioquia, dice que se encuentran en el proceso de establecer cuatro áreas protegidas y redifinir una más.
La que está lista es la del corredor de las Alegrías, entre Anzá, Caicedo y Santa Fe de Antioquia, 10.086 hectáreas, cerca de 3.000 en el páramo ya delimitado el año pasado.
Y aunque quedan subregiones que requieren mayor protección, la idea es ir conformando corredores interconectados.
El estado
¿Pero cómo están las áreas protegidas en el departamento?
Con 5,4 % del territorio nacional Antioquia alberga 47 % de las especies reportadas en el país. Se ha registrado cerca del 30 % de las plantas vasculares, 49 % de las especies de mariposas, el 30 % de los anfibios, el 52 % de las especies de aves y el 51 % de mamíferos.
Hasta la elaboración del estudio, había 7 áreas protegidas de carácter nacional, entre ellas parques Katíos, Orquídeas y Paramillo. Y 18 áreas protegidas de carácter regional que cubren 8,9 % del departamento. Cerca del 50 % de esas áreas como Distrito de Manejo Integrado, que no asegura la mayor protección de bosques y de la biodiversidad.
El estudio dice que “ninguno de los 79 ecosistemas presentes en Antioquia se encuentran altamente representados (80-100 %) en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas y solo pocos con el 80% en el sistema regional”.
Los ecosistemas de bosques naturales del halobioma (un tipo de bioma) del Caribe (86,8 %), los bosques naturales del orobioma alto de los Andes (52,4 %) y vegetación secundaria del orobioma alto de los Andes (52,4%), son los mejor representados en el sistema regional, pero representan menos de 1 % del área de Antioquia. Los demás tienen una representatividad menor del 28 %.
Más bosques
La necesidad de protección es más evidente al considerar que solo 30% del territorio, 21.000 kilómetros cuadrados es bosque natural. Es que la tasa de deforestación alcanza 25.00 hectáreas anuales, con nordeste y noroccidente como las subregiones más afectadas. “En 2012 se tuvo el récord de 30.000 hectáreas”, dice Álvarez Dávila.
Esto hace que existan 406 microcuencas en acelerado proceso de erosión amenazando la provisión de agua.
Lo ideal sería mantener 58,8 % del territorio como bosques, pero hoy son 32,8 y 1,5 millones de hectáreas destinadas a otras actividades.
Para la agricultura se dispone el 9,4 % del 11,3 % destinado para este propósito por Planeación; algo similar ocurre con las aguas y otros usos donde se utiliza 1,2 % del 12,8 % planificado. Esto dista del 17,9% del territorio planificado para uso de pastos, pero se emplea el 53,2 %: más de 2 millones de hectáreas usadas en ganadería extensiva u otras actividades de pastoreo.
Las áreas de Anorí, Amalfi y la Serranía de San Lucas son las que acumulan más carbono, “pero en general en toda Antioquia los bosques tienen alta capacidad de acumular” pero las altas tasas de deforestación no permiten que funcionen como sumideros.
5
por ciento queda del bosque seco tropical del Caribe