Los lectores de Rionegro nos han hecho saber de una gran “injusticia” que se ha cometido contra una de sus insignes residentes, toda vez que por rumores infundados se ha empañado su proba imagen y se le ha acusado falsamente de ser una “ladrona”.
Pues bien, resulta que en días recientes se viralizó un video en el que se “acusaba” a una perrita del centro de este municipio del Oriente antioqueño de ser una “ladrona” especializada en el hurto de embutidos, de un reconocido almacén de cadena.
Y aunque la publicación se hizo sin ninguna mala intención, el asunto se salió de manos cuando el video –con el supuesto botín en la boca– se volvió viral y fue replicado por importantes medios del país, incluyendo este periódico.
En la sección de comentarios de los videos, residentes y allegados de la perrita no solo negaron que fuera una avezada callejerita amante del tradicional salchichón, sino que hicieron hincapié en desmentir que fuese una “cuatrera”.
En esa cruzada participaron medios locales como Mi Oriente y Orientados, los cuales se embarcaron en la tarea de limpiar la imagen de la insigne perrita, que, realmente, se llama Lucy.
Este diario conversó con su dueña, doña Mercedes Castañeda, una reconocida vendedora del Centro de Rionegro. Ella entre risas admitió que el malentendido se salió de control y que ha vuelto famosa a la perrita, infortunadamente señalándola de ser una “bandida”.
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Pero doña Mercedes aclaró el asunto. No es que Lucy sea una cleptómana con una fijación por los salchichones.
Según relató, ella se dedica a recoger ayudas y alimentos para varios animalitos que deambulan por las calles de Rionegro. A raíz de este hecho, hay un benefactor que cada semana brinda un apoyo económico para tal fin. Gracias a esas ayudas, ella puede alimentar a esos callejeritos que recorren Rionegro buscando qué llevarse a la boca.
Doña Mercedes explicó que parte de ese apoyo económico, expresamente es dado por el benefactor para comprarle un salchichón a Lucy.
Por eso, ese día en específico es que se le ve a doña Mercedes a Lucy y a Lucas –al que muchos también indicaron erróneamente como “cómplice”– cruzando el Parque de Rionegro hasta el almacén de cadena donde compran el embutido que al final la perrita termina llevando en sus fauces. Suceso que la ha vuelto famosa en el municipio.
“No es que ella se haya robado un salchichón, porque ella ladrona no es. Sino que ese día quién sabe quién grabó el video y dijo eso, que es una mentira”, explicó doña Mercedes entre risas.
Doña Mercedes, quien hace de “abogada” de Lucy, comentó que contrario a los que dicen que Lucy es una perrita callejera, ella sí tiene un hogar desde hace 10 años, para ser más precisos.
“Lucy es una perrita adoptada, a ella la botaron con una hermanita. Cuando tenía como dos mesecitos organizaron una jornada de adopción en un centro comercial de Rionegro. Mi hija se fue a colaborar a ese evento, allá se enamoró de Lucy y se la trajo. Eso fue ya hace 10 años”, detalló.
Para zanjar el asunto, doña Mercedes comentó que los domingos sagradamente sale con sus perritos –incluyendo a Lucy– para que jueguen y retocen en las mangas que todavía quedan en Rionegro.
Los domingos la saco a las mangas, pro el cementerio, ellos siempre salen conmigo los domingos que descanso a jugar.
“La gente me dice que vea que la perrita ya es famosa. Yo me río, pero igual me da susto porque dicen en ese video que ella es de la calle, pero eso es falso. Ella tiene un hogar, ella es muy conocida y la quieren mucho y por eso anda suelta. Mero me da vaina que se la lleven por ese malentendido”, comentó algo preocupada.
Ahora, frente al video que inició la polémica, comentó que este le llegó a su hija y les sorprendió mucho que la tildaran –así fuera de forma cariñosa– de ladrona. Y aunque hicieron esfuerzos para aclarar el asunto desde los comentarios, poco pudieron hacer ante semejante ternura que se volvió viral en el país.
“Menos mal acá todo el mundo sabe que ella es inocente” terció Castañeda.
Por eso, siempre será bueno aclarar desde este medio que Lucy no es ninguna cleptómana y que es gracias a la generosidad de algún rionegrero que de vez en cuando se puede dar esos “lujitos” que ya quisiera tener más de uno.
O bueno, tal vez sí se le puede acusar de algo: de haberse vuelto viral por la ternura que desprende con su salchichón en la boca.