Sin flores y con la asistencia de solo 30 personas, a diferencia de otras honras fúnebres reales, este sábado 17 de abril será el funeral del príncipe Felipe de Edimburgo.
Debido a las restricciones por la pandemia de coronavirus, que en Inglaterra especialmente han generado confinamientos largos, se dificultan los preparativos del servicio, esto al contemplarse normas como la distancia social de dos metros o la obligatoriedad de llevar mascarillas en todo momento.
La ceremonia se realizará en la catedral de San Jorge, adyacente al Castillo de Windsor, que ya fue debidamente acondicionada y puesta a punto para la retransmisión en directo por televisión del funeral. El país guardará a esa hora un minuto de silencio.
Tras el fallecimiento del Príncipe, el pasado viernes 9 de abril, la familia real guarda dos semanas de luto hasta el 22 de abril.
La invitación tanto del gobierno británico como los voceros de la monarquía es que la gente no congregue frente a las residencias reales, “evitar grupos grandes, minimizar los viajes y no dejar ofrendas florales, sustituyéndolas por un donativo a una organización benéfica”.
Felipe, como la reina madre y tal como sucedió como la princesa de Gales, Diana, tendrá un funeral de Estado, que están reservados para la realeza.
La única excepción que se hizo fue con el primer ministro durante la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill, señala la agencia de prensa DW.
Este sábado, el ataúd será trasladado desde la capilla privada hasta la entrada del Castillo de Windsor. Lo pondrán en un Land Rover que el propio duque ayudó a diseñar y en él lo llevarán a la Capilla de San Jorge. Algunos miembros de la familia real, entre ellos el príncipe Carlos, Guillermo y Harry, caminarán tras el ataúd.