Uno de los tantos fenómenos que amenaza la estabilidad económica global es el menor número de nacimientos de bebés. Cada vez más son los países que están reportando bajas tasas de fecundidad, es decir, un menor número de nacimientos en relación con la población en edad fértil, lo que termina impactando en la natalidad, que es el número de nacimientos en una población.
Por ejemplo, este tema volvió a ser noticia en Chile durante el fin de semana pasado, pues se reportó que los nacimientos han caído 27% en la última década, una tendencia que no solo afecta a esta nación, sino a otras como Costa Rica y Uruguay, las que siguen en el listado como las de más baja fecundidad. Colombia está en el séptimo lugar en América Latina y El Caribe.
Raúl Ávila, docente de la Universidad Nacional de Colombia, asegura que el fenómeno de la caída en fecundidad tiene impactos en procesos de desarrollo, expansión y crecimiento económico.
“Ese tema de menor fecundidad tiene incidencias. Al tener menos personas naciendo, se está teniendo menos ingresos proyectados a futuro y se empieza a replantear qué tanto se puede cotizar en los sistemas de pensiones y salud”, dijo. Agregó que también hay menos proyecciones de carga tributaria en el futuro y una caída en mano de obra calificada.
“Están creciendo los ingresos y los gastos, pero no se incrementa la población para poderlo gestionar. China tuvo un ejemplo claro, pues hace unos años tenía una política de fecundidad de un solo hijo”, agregó.
Pero, ¿cuáles están siendo los países con las mayores y menos tasas de fecundidad? Chile tiene una tasa de fecundidad de 1,14 hijos por mujer, seguido por Costa Rica (1,32) y Uruguay (1,4). Cuba, Argentina, Brasil y Colombia ocupan los siguientes puestos, con una tasa de 1,45, 1,5, 1,61 y 1,63 hijos por mujer, respectivamente.
En el caso de Colombia, el año pasado registró datos de caída en natalidad a cifras récord. El Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, reveló que entre enero y octubre de 2024 se registró una baja 14,5% si se compara con el mismo periodo del año pasado. Se trató del dato más bajo de la última década.
Sobre las razones de este comportamiento, los analistas informan que tiene que ver con el alto costo de vida, que está llevando a tomar una decisión con base a los ingresos, pues muchos no ven viable tener hijos.
La población de América Latina y el Caribe tuvo una caída de 3,8% el año pasado al alcanzar 663 millones de personas. Estas cifras fueron reveladas por la Cepal e indican que la proyección que se tenía de 689 millones de personas a inicios del milenio no fue cumplida.
En los últimos años, se ha observado que cambió el crecimiento poblacional, así como los movimientos migratorios y las variables demográficas a raíz de la pandemia. Se estima que la población alcanzará una cifra máxima en 2053 de 730 millones de personas.
En la década de 1960, las tasas de crecimiento de la población superaban 2,5% cada año. Sin embargo, los cambios económicos y culturales de mediados de la década generaron una tendencia decreciente, fenómeno explicado sobre todo por la caída en la fecundidad.
En un lapso de 70 años, la población adulta de entre 15 y 64 años pasó de representar 55,6% del total de la población a representar 67,6% en 2024. La Cepal estima que, en 2050, cerca de 18,9% de la población regional estará integrada por mayores de 65 años.