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Son varios ejemplos en el mundo que muestran a los mayores de 70 años como los primeros vacunados, en los cerca de 50 países que ya iniciaron su proceso de inmunización: en Reino Unido fue Margaret Keenan de 91, en España Araceli Hidalgo de 96, en Alemania Gertrud Haase de 101 y en Israel el primer ministro Benjamin Netanyahu, de 71.
Desde que se aprobaron las primeras vacunas, la Organización Mundial de la Salud, OMS emitió varios documentos (para cada una de las casas farmacéuticas) en las que hizo recomendaciones generales para los países basadas en “la Hoja de ruta de priorización de la OMS” y “el Marco de valores de la OMS” como orientación para la organizar los grupos destinatarios.
“Siempre que haya suministros de vacunas que sean limitados (etapa I en la Hoja de ruta de priorización de la OMS), en entornos con transmisión comunitaria, la recomendación es que se dé prioridad inicialmente a los trabajadores de salud en alto riesgo y a las personas mayores con y sin comorbilidades”. Eso definió Colombia, aunque aún no haya comenzado la distribución de vacunas.
Razones
Explica el Ministerio de Salud Nacional en su página web que cuando en diciembre de 2020 el país aseguró para sus ciudadanos las primeras 40 millones de dosis de vacuna para la covid-19 a través de mecanismos bilaterales y multilaterales, se planteó realizar este proceso en dos fases y cinco etapas, “teniendo como priorización los grupos de riesgo y así progresivamente alcanzar 35 millones de colombianos vacunados”.
Para Baltazar Guerrero Quesada, médico cirujano y epidemiólogo de Heel Colombia, es un grupo grande e interdisciplinario el que analiza los puntos y perspectivas para trazar un plan nacional de vacunación y que así como recomienda la OMS, “al ser conscientes de que hay limitación de recursos y un número objetivo de población a vacunar es cuando se entra a definir por dónde empiezo o cómo hago para optimizar los recursos”.
Por eso en la fase 1 en Colombia se vacunarán a las personas mayores de 80 años y al talento humano en salud que trabaja específicamente contra la pandemia.
Para la infectóloga María Angélica Maya, asesora de la Secretaría de Salud y Protección Social de Antioquia, este plan lo han adoptado muchísimos países en el mundo por conveniente. “En un escenario en el que va a llegar un número indefinido de vacunas, ¿cuál es mi objetivo? Eso es lo primero que se piensa y el que se ha planteado el gobierno colombiano es disminuir la mortalidad y el ingreso hospitalario”.
La covid-19 nos ha enseñado –cuenta el doctor Guerrero– que las personas adultas, en su mayoría, tienen una condición especifica como un sistema cardiovascular más deteriorado, enfermedades de base a nivel renal, metabólico, etcétera, y eso hace que sean mucho más vulnerables a fallecer en caso de infección por este coronavirus.
“Uno de los grandes retos frente a una pandemia es por un lado disminuir que las personas se infecten y se propague la enfermedad, y también disminuir la tasa de mortalidad por la infección. Por eso hay que enfocarse en poblaciones vulnerables como los ancianos, para que la tasa de mortalidad en ellos baje”, explica el epidemiólogo.
¿Los jóvenes primero?
Países como Indonesia programaron su plan vacunando primero al personal de salud y luego a la población joven, ya que según datos de ese gobierno entregados a medios como la BBC, el 80 % de los casos de infectados en dicho país se encuentran entre la población activa (de 18 a 59 años).
Para Guerrero cada estado tiene unos lineamientos desde el punto de vista de salud pública y unas prioridades, “habrá países que piensen que lo más importante es la mano de obra juvenil y prefieren vacunarlos primero para que ni se enfermen ni infecten y no baje la productividad”, pero ese será su experimento.
A la OMS incluso le preocupa más que “adultos jóvenes y sanos en los países ricos se vacunen antes de que puedan hacerlo trabajadores sanitarios y personas mayores en los países más pobres”, señaló su director general Tedros Adhanom Ghebreyesus, en el discurso de apertura del Comité Ejecutivo de la OMS el pasado 18 de enero.
Sus preocupaciones se dan porque dice que “habrá vacunas suficientes para todos. Pero ahora mismo debemos trabajar juntos, como una familia mundial, para dar prioridad a los que corren mayor riesgo de enfermedad grave y muerte en todos los países”.
Datos de efectividad
Israel es hoy el país líder en aplicación de vacunas por número de habitantes, a la fecha (26 de enero de 2020), el 31,52 % de la población ya está vacunada según ourworldindata.org, (ver gráfico abajo que irá actualizándose a medida que pasen los días) y ellos comenzaron su plan priorizando al personal de salud y a los mayores de 60 años, personal sanitario y población de riesgo. Para la infectóloga Maya, cuando las personas mayores se vacunan, se enferman menos de coronavirus y el ingreso a los hospitales es mucho menor, “y lo que conocemos de Israel es que ya se empezó a ver, en los mayores de 60 años, una disminución significativa de los índices de hospitalización y muerte”.
El epidemiólogo Guerrero pide a los jóvenes sanos paciencia, “a los que están en la última fase (mayores de 16 años sin comorbilidades), que tengan todo el compromiso ciudadano y la virtud de esperar, seguir usando su tapabocas, mantener la distancia y lavarse las manos”, aunque esta recomendación va para todos, incluso cuando reciban la vacuna, “porque para lograr la inmunidad de rebaño el porcentaje de vacunados debe ser superior al 50 %”, concluye