El rapero norteamericano Kanye West –que ahora se hace llamar Ye– tiene una fortuna de fábula: cuatrocientos millones de dólares, según la revista Forbes. Sin embargo, sus comentarios antisemitas les costaron un multimillonario contrato para diseñar las zapatillas Yezzy para Adidas.
También Gap, Caa y Balenciaga han decidido darle la espalda a West y cortar cualquier vínculo comercial con él. En cifras redondas la salida en falso del exesposo de Kim Kardashian habría dejado de ganar 1.500 millones de dólares. Así, en un chasquido de dedos, el músico salió del top de los artistas mejor pagados del mundo.
Le puede interesar: La mala hora de Kanye West por sus comentarios antisemitas, ¿qué pasó?
West es un provocador profesional. En 2009 se subió al escenario de los premios VMA para protestar contra la decisión del jurado de entregarle a Taylor Swift el premio a mejor video de una artista femenina. Sin dejar terminar su discurso a la entonces joven cantante, West armó todo un show para reclamar el premio a favor de Beyonce. Y, por supuesto, no fue el último desliz del cantante de Runaway, Gold Digger y This Way. En 2020 anunció su intención de competir en las elecciones para llegar a la Casa Blanca. El asunto no llegó a nada, pero Kim Kardashian pidió comprensión para él pues sufriría una enfermedad mental.