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Entre los distintos factores que se deben tener en cuenta para estudiar un diplomado o un posgrado, quizá uno de los más importantes es el de identificar cuáles son las ventajas que este le dará y cómo puede cambiar nuestro futuro en el ámbito laboral y personal. En ese panorama, el aspecto económico sin duda tiene un peso considerable al elegir qué programa cursar.
Ana María Muñoz, gerente de Relaciones Corporativas de Manpower, cita el estudio “Resolviendo escasez de talento”, realizado por esta multinacional de personal, para señalar que la mayoría de los diez puestos más demandados del mercado laboral y de oficios calificados, requieren de una segunda capacitación, y en un escenario cada vez más competitivo, “un estudio más avanzado como un posgrado refleja un manejo vigente en un determinado campo de estudio con mayores oportunidades salariales”.
El Observatorio Laboral para la Educación –OLE–, adscrito al Ministerio de Educación Nacional, señaló en su informe “Seguimiento a la inserción laboral de los graduados de la educación superior en 2019”, que de los 507.338 estudiantes graduados ese año, el 16 % lo hicieron en especializaciones (técnicas, tecnológicas y universitarias), el 0,4 % en especializaciones médico quirúrgicas; el 4,9 % en maestrías y 0,2 % en doctorados, destacándose el incremento en estos últimos del 18 % respecto al 2018.
La entidad reportó que “los mayores niveles de educación se relacionan con mayores tasas de vinculación al mercado formal de la economía”. En tal sentido, la tasa de cotizantes de los recién graduados en especializaciones médico quirúrgicas y en maestrías en 2019 fue del 94,9 %, en doctorados del 94,1 %, y en especializaciones del 90,5 %, frente a un 75,8 % de universitarios, 68,4 % de tecnologías y 58,9 % de técnicos.
Correlacionado con lo anterior, el OLE confirmó que “mayores niveles de formación educativa conducen a mayores ingresos base de cotización”, con salarios entre los tres y los nueve salarios mínimos mensuales según el nivel de formación.
Carlos Alberto Chaparro, director de la Agencia de Educación Superior de Medellín –Sapiencia–, señala que la decisión de cursar un diplomado o un posgrado es estratégica y representa una mejora significativa de la condición salarial del estudiante.
“Un diplomado, al ser una formación de talento especializado mediante programas cortos, es pertinente sobre todo para quienes tengan en el momento un contexto económico no tan favorable y no se pueden dar el lujo de esperar tres años o más, ya que permite adquirir competencias específicas”, afirma.
En cuanto a los posgrados, el director explica que es una decisión más estratégica y a largo plazo que permite proyectar cambios en lo humano, social y productivo, pero que sus diferencias salariales respecto a los otros profesionales son altas, como se evidencia en el informe de OLE