Hoy es el Día del Hombre en Colombia. En los últimos años, se han popularizado nuevas formas de vivir la masculinidad.
El 19 de marzo se celebra el Día del Hombre. Aunque exista una fecha específica para ellos, esta no tiene la misma popularidad que otras conmemoraciones, como el Día de la Mujer, que también se celebra en marzo.
A pesar de que en el país hayan personas que celebren este día realizando diferentes actividades sociales, la fecha está asociada a la tradición religiosa de los colombianos. En el contexto de la Iglesia Católica, el 19 de marzo se celebra el Día de San José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús. Por eso la celebración de hoy exalta la figura paterna y los diferentes roles que ocupan los hombres en la sociedad.
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A parte de ser considerado un día de festejo, el Día del Hombre también puede servir para reflexionar sobre algunos aspectos de la masculinidad. Y es que a lo largo de la historia se ha arraigado una serie de estereotipos que indica cómo deben comportarse, sentir o actuar los hombres. A partir de ahí es que nacen y se continúan difundiendo frases populares como “Los hombres no lloran” o “solo los hombres pueden proveer el hogar”.
A la ansiedad por no cumplir estos estándares culturales se le conoce como masculinidad frágil. Alexánder Echeverry, psicólogo y docente de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, explica que este concepto “se refiere a la fragilidad de la identidad masculina tradicional” y parte de “la creencia de que los hombres deben reconocerse bajo ciertos estereotipos, tales como la fortaleza emocional, la agresividad y la independencia”.
Aquellos que no se sienten identificados o que no desean replicar estos comportamientos, pueden llegar a despertar ansiedad, miedo a ser señalados y desarrollar inseguridades, según el experto.
Por eso, uno de los llamados del Día del Hombre está relacionado con los factores que puedan representar riesgos para su salud. Por ejemplo, la investigación Masculinidades y salud de los hombres en la Región de las Américas, publicada en 2023 en la Revista Panamericana de Salud Pública, concluye que “los mandatos tradicionales de las masculinidades [...] se convierten en un riesgo para los hombres a través de su curso de vida, sobre todo a raíz de las prácticas de riesgo, el ejercicio de la violencia y el efecto negativo en las prácticas de autocuidado de la salud de los hombres”.
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Además de ser más propensos a contextos violentos, hay afecciones relacionadas con la salud mental que también los afectan más a ellos. Los hombres son más propensos a presentar problemas relacionados con el consumo de alcohol y otras sustancias, y sus cifras de suicidio también son más altas.
En 2023, en Medellín se registraron 147 muertes por esta causa y 118 fueron hombres. En el mundo, de acuerdo a cifras de 2021 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los suicidios de hombres superan en más del doble a los de las mujeres.
Una de las causas que los expertos han asociado a esto es la dificultad que manifiestan ellos a la hora de expresar emociones como la tristeza, la incertidumbre o la ansiedad, solo por seguir las normas de la masculinidad que dictan que los hombres no pueden exteriorizar ninguna de estas situaciones.
“El llamado que hace la masculinidad frágil es a que nos veamos en otros roles y que evaluemos la posibilidad de generar un legado a la sociedad que, a su vez, abra la mirada a nuevas posibilidades, que asumamos nuevos comportamientos por fuera del punto de vista patriarcal”, afirma el psicólogo Echeverry.
Las “nuevas posibilidades” a las que se refiere el experto están relacionadas, por ejemplo, a pedir ayuda psicológica en caso de necesitarla o a comenzar a realizar actividades que no han sido asociadas tradicionalmente con lo masculino. Las labores de cuidado como cocinar, lavar, planchar y cuidar a los hijos en el hogar son algunas de ellas.
En Colombia, la desigualdad entre hombres y mujeres a la hora de llevar a cabo estas tareas es amplia. Según el Dane, cada día ellas dedican 7 horas y 44 minutos a labores de cuidado, mientras ellos solo ocupan 3 horas y 6 minutos.
A pesar de que las estadísticas hablen de las consecuencias de la masculinidad, Echeverry considera que es importante encontrar nuevas maneras de vivirla, para que frases como “Los hombres no lloran” dejen de hacer daño.
