La historia de Sebastián Torres es la de un colombiano que, con disciplina y talento, pasó de jugar tenis en Cali a encabezar uno de los desarrollos más ambiciosos de la industria aeroespacial a nivel mundial junto a Elon Musk.
El ingeniero ingresó a SpaceX en 2014 y llegó a liderar el desarrollo del motor Raptor, pieza clave para que la nave Starship pueda viajar a la Luna y Marte en proyectos que prometen ser históricos en los próximos años.
Criado en Cali, Torres obtuvo una beca como tenista para estudiar ingeniería industrial en la Universidad Politécnica Estatal de California. Según comentó al programa Los Informantes, de Caracol Televisión, en las canchas compartió torneos con figuras como Juan Sebastián Cabal y Robert Farah, experiencias que fortalecieron su disciplina y resiliencia.
Antes de llegar al sector aeroespacial, trabajó en la industria farmacéutica en empresas como Baxter y Endologix, donde ocupó cargos de supervisor de producción e ingeniero de calidad.
La alta presión en ese entorno lo llevó a una crisis personal que lo motivó a buscar equilibrio: se certificó como instructor de yoga y meditación, convencido de que el éxito profesional debía ir de la mano con la salud mental.
El salto a SpaceX y el primer contacto con Elon Musk
En 2014, su perfil lo llevó a un puesto como ingeniero de desarrollo de proveedores en SpaceX. “Cuando llegué éramos solo 900 personas; cuando me fui, ya éramos más de 10.000”, recordó.
Apenas dos meses después de su ingreso, tuvo su primer encuentro con Elon Musk durante una reunión técnica: “Él vio la primera diapositiva, luego la segunda y se paró y se fue. Después entendí que allí la eficiencia manda: entras, tomas lo que necesitas y sales”.
Su ascenso fue rápido. En 2017 fue designado líder del motor Raptor, un propulsor de nueva generación para misiones interplanetarias. Desde ese cargo trabajó directamente con Musk, a quien describe como “extremadamente inteligente, enfocado en las metas y obsesionado con su trabajo. Ese man estaba ahí todo el tiempo; ibas un domingo a las 5:00 de la mañana y te lo encontrabas”.
Torres reconoce que el ambiente laboral y el estilo de liderazgo de Musk pasaron factura: “Es un lugar muy estresante. La gente se frustra mucho con él porque usa el miedo como liderazgo. Había días que trabajábamos en Navidad, no había pausa”.
Así, el desgaste se hizo evidente en su salud. Cuenta que lo llevaron a un psicólogo “porque tenía ataques de ansiedad, no dormía bien. Me daban pastillas para dormir, para la ansiedad, para la tristeza... pero a los pocos días empecé a tener pensamientos suicidas”.
Por eso, su salida de la empresa se dio de forma abrupta: “Presenté mi carta y me dicen: ‘Gracias por tu aviso de 30 días, pero tu último día es hoy’. No me despedí de nadie”.
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Tras dejar SpaceX, regresó a Colombia y se instaló en el Eje Cafetero, donde lidera proyectos de bienestar, comunidad, salud y sostenibilidad, alejado de la presión de la industria tecnológica.
“Muchos me preguntan si voy a volver a una empresa tecnológica o fundar una *startup. Les digo que sí, pero no como ellos creen. Mi enfoque ahora está en transformar vidas, cuidar la naturaleza, construir comunidad y promover la salud emocional y mental. Eso me llena más que cualquier cohete”, contó.