Un equipo de investigadores de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, ha desarrollado una mano robótica blanda que imprimieron en 3D.
Esta logró ser lo suficientemente ágil como para jugar a Super Mario Bros, de Nintendo, y superar el primer nivel.
La hazaña, destacada en la portada del último número de la revista Science Advances, demuestra “una prometedora innovación” en el campo de la robótica blanda, que se centra en la creación de nuevos tipos de robots flexibles e inflables que funcionan con agua o aire en lugar de con electricidad.
La seguridad y adaptabilidad inherentes a los robots blandos ha despertado el interés por su uso en aplicaciones como prótesis y dispositivos biomédicos.
Según un comunicado de la citada universidad, controlar los fluidos que hacen que estos robots blandos se doblen y se muevan ha sido especialmente difícil.
El avance clave del equipo, dirigido por el profesor de ingeniería mecánica Ryan D. Sochol, fue la capacidad de imprimir en 3D robots blandos completamente ensamblados con circuitos fluídicos integrados en un solo paso.
“Hasta ahora, cada dedo de una mano robótica blanda necesitaba su propia línea de control, lo que limitaba su portabilidad y utilidad”, explica por su parte Joshua Hubbard, pero “al imprimir en 3D la mano robótica blanda con nuestros transistores fluídicos integrados, esta puede jugar a la Nintendo basándose en una sola entrada de presión”.