Bastante se ha hablado de que el virus que produce la covid-19 se propaga principalmente de persona a persona a través de las gotitas respiratorias producidas cuando una alguien infectado tose, estornuda, habla o levanta la voz por ejemplo al gritar o cantar.
Por ello investigadores de la Universidad de Duke estudiaron la eficacia de 14 mascarillas faciales que van desde las médicas hasta las alternativas: las máscaras quirúrgicas, de algodón, de lana y bandanas para el cuello, tejidas, N95, de polipropileno y los pañuelos.
Probaron 14 máscaras quirúrgicas, máscaras N95, máscaras de algodón, así como alternativas caseras como vellones para el cuello y bandanas. El estudio involucró a un grupo de prueba de personas que hablaban 10 veces mientras usaban cada una de estas máscaras y un grupo de control que no usaba ninguna.
El estudio Medición de bajo costo de la eficacia de la máscara facial para filtrar las gotas expulsadas, publicado el pasado viernes en la revista en línea Science Advances, relata cómo los investigadores idearon una prueba sencilla utilizando una caja negra, una luz infrarroja y un teléfono celular para medir la cantidad de gotas que pasan a través de una determinada máscara cuando una persona habla. Explican: “Nuestra configuración de medición es barata y puede ser construida y operada por no expertos, permitiendo una rápida evaluación del desempeño de la máscara durante el habla, los estornudos o la tos”.
Lo que encontraron
Los resultados no mostraron que ninguna gota pasara a través del respirador N95. La máscara quirúrgica fue la siguiente mejor. Las máscaras de algodón funcionaban en varios grados, con la máscara N95 con válvula entre las mejores máscaras de algodón.
Las máscaras de punto (tejidas) no funcionaban bien, pero el uso de un pañuelo era peor. Las de lana y bandanas de licra que se suelen usar en el cuello, usada como máscara, funciona peor que ninguna máscara porque las gotas se descomponen en su material y se esparcen más.
“Observamos que al hablar a través de algunas máscaras (en particular el las bufandas de licra) parecía que las gotas más grandes se dispersaban en una multitud de gotas más pequeñas, lo que explica el aparente aumento del número de gotas en relación con la ausencia de máscara en ese caso”, se indica en el estudio.
El rendimiento relativamente pobre del respirador N95 con válvula (dado que el respirador N95 ajustado tenía excelentes resultados) se atribuyó a la válvula de exhalación, que se abre para un fuerte flujo de aire hacia afuera.
“Aunque la válvula no compromete la protección del usuario, puede disminuir la protección de las personas que rodean al usuario. En comparación, el rendimiento de la máscara N95 ajustada, sin válvula, fue muy superior”, concluye la investigación.