Los dos fallos de ayer fueron sobre excepciones preliminares. En el primero dice que es competente para decidir de fondo las demandas presentadas por Nicaragua. En el segundo, la Corte declara admisible la posibilidad de delimitar una nueva plataforma continental extendida para Nicaragua. No la concede por ahora, pero sí dice que conocerá de esa demanda. En unos cuantos años, que no sabemos cuántos, puede concederla o no y delimitar esas zonas.
En 2012, esta posibilidad no había quedado descartada por la CIJ, como dijo el presidente Santos ayer. Lo que dijo la CIJ es que en ese momento no cumplía con los requisitos para estudiar esa pretensión.
Ayer, Colombia perdió en la que era su estrategia más importante, pues no aceptaron el argumento de que el retiro del Pacto de Bogotá tenía efecto inmediato.
Decidir que a partir de ahora no vamos a comparecer a La Haya es una posición meramente política, lo cual es entendible, pues el gobierno debe asumir una posición frente al país. Pero jurídicamente no tiene los efectos de anular un posterior fallo o de evitar que la CIJ se pronuncie de fondo, y eventualmente acepte las pretensiones de Nicaragua, o que las deseche. Ese fallo, con Colombia allí o no, será jurídicamente obligatorio.
