Un llamado claro: la democracia y su defensa; los principios democráticos y las libertades deben ser parte de la integración iberoamericana. Y eso implica que todos los países abracemos la democracia como principio y fundamento, que rechacemos cualquier expresión de autoritarismo, de dictadura, de represión hacia los pueblos iberoamericanos. Y mucho más tenemos que seguir elevando nuestra voz para denunciar aquellos atropellos de las dictaduras que hoy oprimen a tantos ciudadanos y que actúan en connivencia con grupos armados ilegales. No levantar nuestra voz, no denunciarlo, no ser claros en esos aspectos, nos terminará convirtiendo en legitimadores de esas prácticas.
Por lo tanto insto, como lo han hecho también varios presidentes: es urgente que en el caso particular de la República de Venezuela veamos el fin de la dictadura, un llamado a elecciones libres y un gobierno de transición. La Asamblea (Nacional) legítima y la Presidencia interina, pueden contar con el respaldo de toda la región iberoamericana. Dejar incubar más tragedia, más dolor, es simplemente dejarle a esta región una bomba de tiempo que será, a todas luces, una crisis cada vez mayor. (...) Sin tolerancia frente a quienes apelan a la brutalidad y a la violencia para someter a los pueblos
