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Quién ataja el dólar

Los colombianos tendrán que acostumbrarse a un precio de la divisa que se mantendrá en una montaña rusa en el primer semestre del año, a la espera de los resultados electorales.

  • Quién ataja el dólar
14 de enero de 2022
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En septiembre de 1999 la Junta Directiva del Banco de la República tomó una decisión transcendental: eliminó la banda cambiaria, un mecanismo que aplicó durante casi seis años para evitar grandes volatilidades en el dólar. En ese momento el precio de la divisa quedó en manos del mercado, es decir, del comportamiento de la oferta y la demanda.

El Banco había establecido una franja dentro de la cual se movía el precio de la divisa, e intervenía comprando o vendiendo dólares. Pero ante la presión del mercado y los ataques contra la banda, que lo llevó a vender millones de dólares de las reservas internacionales, tuvo que ceder. Ese año se produjo una devaluación del peso del 21 % —pasó de $ 1.542 a $ 1.873— a consecuencia de la crisis financiera internacional y sus fuertes coletazos en el país.

Si bien en los últimos años se han presentado fluctuaciones de la moneda por factores internos y externos, no han llevado a una intervención tan fuerte del Banco de la República como en el pasado. De ahí que varios gremios le hayan pedido que actúe con mayor contundencia ante la subida de la divisa, que viene en una carrera alcista —con algunos descensos como el de los últimos días—, similar a la registrada a finales de los 90.

La devaluación de la moneda fue del 16 % en 2021 y para este año se prevé que se mantendrá la tendencia. Así lo ha demostrado el precio del billete verde en los primeros días, cuando llegó a $ 4.084 —aunque ayer cerró a $ 3.950,10—. Los analistas no descartan que siga subiendo y que llegue a los $ 4.300 o $ 4.400 en el primer semestre, con lo cual los colombianos tendrán que vivir con niveles elevados de esta divisa porque no hay muchos factores que puedan atajarla.

Quienes esperaban que un mayor precio del petróleo hiciera reaccionar el dólar a la baja se han quedado fríos. Aunque el barril Brent, de referencia para Colombia, ha subido 50 % en el último año, al pasar de 55 a 84 dólares, este aumento no ha frenado la devaluación, en la que están influyendo otros factores.

Además del avance de la variante ómicron, que ha llevado a una nueva ola de incertidumbre sobre el impacto en la recuperación de la economía en muchos países, se suman las expectativas por las decisiones de la Reserva Federal (banco central) de los Estados Unidos sobre el aumento de las tasas de interés, más ahora que se conoció que la inflación en ese país saltó al 7 % anual, la cifra más alta en 40 años. La subida de las tasas de interés, que podría ser mayor de lo que se preveía, impulsará la salida de capitales de países como Colombia, en busca de mejores rentabilidades.

Pero lo que más pesará sobre el desempeño del dólar en los próximos meses es el proceso electoral, que será un determinante en el mercado cambiario. El temor de los mercados es que los pronósticos de las encuestas se materialicen y sigamos por el camino emprendido por Chile y Perú, países donde se produjo un remezón con el triunfo de candidatos de izquierda.

El impacto del ciclo político viene tomando mucha fuerza desde el año pasado con pronunciamientos de algunos candidatos que quieren cambiar las reglas de juego de la economía, lo que se puede traducir en controles de precios, castigar al sector empresarial, intervenir en el manejo monetario y cambiario —en el que el Banco de la República ha demostrado autonomía— y frenar la discusión de reformas clave para el país.

Si bien el manejo de la economía colombiana no ha estado exento de tropiezos, el país ha sobresalido en el contexto latinoamericano por su ortodoxia y su talante democrático, muy diferente a lo que ha ocurrido en Venezuela o Argentina, donde los bandazos económicos son cotidianos. Por eso, los próximos meses serán decisivos no solo para el comportamiento del dólar, sino para la economía en general.

Si no hay cambios radicales y se calma el panorama externo, es posible que el dólar baje a niveles de $ 3.600 o $ 3.500 a finales del año. De lo contrario, los colombianos tendrán que acostumbrarse a un precio de la divisa que se mantendrá en una montaña rusa.

En ese caso, no será fácil, sobre todo para empresas que tienen deudas en esta moneda, importadores o quienes tienen previsto viajar al exterior. Por eso la buena planeación financiera será determinante para sortear las turbulencias de un muy movido 2022 

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