Según el Dane, en noviembre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un crecimiento del 0,13 por ciento. Esto representa un aumento de 0,35 puntos porcentuales frente al registrado en el mismo mes del año pasado cuando la variación fue de -0,22 por ciento.
Este aumento lleva a que, en lo corrido de 2014, la variación del IPC sea de 3,38 por ciento, nivel que es superior en 1,71 puntos porcentuales al incremento registrado en igual período del año anterior, cuando fue de 1,67 por ciento.
Por su parte, cuando se consideran los últimos doce meses (diciembre de 2013 a noviembre de 2014) el IPC tuvo una variación de 3,65 por ciento.
De esta forma, por segundo mes consecutivo la inflación presenta aumentos superiores a los del año pasado y a los que esperaba el mercado.
El nivel de precios en lo corrido del año se ubica por encima del punto medio (3,0 por ciento) del rango meta definido por la Junta del Banco de la República. Por su parte, la variación de 3,65 por ciento durante los últimos doce meses (que representa el máximo nivel desde el año 2011) se sitúa cerca del límite superior (4,0 por ciento) del rango meta.
Según Anif, este comportamiento se explica, en buena parte, por el “marcado aumento de la inflación de alimentos” la cual pasó del 4,27 por ciento anual al 4,88 por ciento. Para el ente de investigación lo problemático de la situación es que, simultáneamente, la denominada inflación subyacente (que es la inflación total sin alimentos) se mantiene en ascenso al pasar de 2,91 por ciento al 3,18 por ciento.
A pesar del incremento de precios que se viene presentando, los diferentes analistas creen que la situación no está desbordada y que se trata más bien de un fenómeno temporal. Más aún, algunos de ellos consideran que, por ahora, la inflación no es un problema para la economía colombiana como sí lo es el tema fiscal y, en menor medida, el comercial.
En este orden de ideas, se considera que muy probablemente la inflación total al cierre del presente año esté en niveles cercanos al 3,5 o 3,6 por ciento.
De todas formas este dato representa un cambio significativo en materia de precios, pues mientras que entre finales de 2012 y 2013 el IPC se situó alrededor del 2,0 por ciento, que es el límite inferior del rango meta del Emisor, hoy este indicador se coloca más cerca del límite superior (4,0 por ciento).
Según los expertos, aunque a principios de 2015 el Fenómeno del Niño podría afectar el IPC de alimentos, las expectativas de inflación para el año completo son que esta se ubique alrededor del 3,0 por ciento, lo que estaría en línea con las metas del Emisor.
No obstante que desde hace unas semanas la tasa de cambio registra tendencia al alza, todavía no hay indicios de que dichos aumentos hayan impactado el ritmo de inflación. Está visto que si ello ocurriese, el efecto tomaría un buen tiempo en manifestarse.
La previsible desaceleración de la demanda interna hace aún más probable que en 2015 el nivel de precios no presione al alza.
Por lo visto, la inflación no deberá constituirse en la principal preocupación de las autoridades económicas, aunque no está de más mantenerse vigilantes a su evolución.