La obstrucción de uno de los túneles de desvío del cauce del río Cauca está generando problemas y preocupación en la megaobra de la hidroeléctrica de Ituango, Hidroituango, uno de los proyectos de construcción civil más grandes del país.
El pasado sábado, antes de la medianoche, se presentó la primera contingencia, por el taponamiento de la entrada del túnel que sirve para encauzar las aguas del río Cauca hacía unas vías de salida diseñadas para que se pueda continuar la construcción de la presa. El taponamiento, naturalmente, hizo que se acumulara agua en un lado, que tapó el puente de Pescadero, y que de la presa hacia adelante (aguas abajo) se disminuyera notoriamente el nivel del Cauca.
La propia fuerza de la corriente acumulada desatascó el atoramiento del túnel, pero pocas horas después, el lunes, volvió a repetirse, esta vez con la aparición de un hoyo en una de las montañas adyacentes, por deslizamiento interno de tierra. El Grupo EPM habló de “situación generada en una falla geológica que generó una nueva obstrucción parcial”. Es prudente esperar que se determine exactamente, con el rigor técnico y la experticia de los especialistas, qué ocasionó tanto el taponamiento como la falla geológica.
No es el momento, en todo caso, de hacer señalamientos apresurados, pues no hay razones para pensar que la megaobra no se esté ejecutando con todos los requisitos técnicos y los más altos estándares de la ingeniería. Por otra parte, precisamente por su tamaño, así como por el entorno en el que confluyen potentes corrientes de agua de un río que arrastra toneladas de materiales, así como el paisaje de montañas cuyos terrenos pueden resultar inestables, hacen que la posibilidad de fenómenos imprevistos sea uno de los factores de riesgo que estas obras enfrentan en su proceso de construcción y luego de funcionamiento.
EPM ha estado emitiendo comunicados sobre la situación de la obra, con la prudencia que las circunstancias imponen. Obviamente, a medida que los técnicos e ingenieros vayan presentando sus peritajes, se deberá informar ampliamente a la ciudadanía sobre cuáles fueron las causas. Varias zonas cercanas al curso de la represa sienten preocupación por posibles consecuencias dañinas en forma de avalanchas o derrumbes.
Ayer, en conversación con este diario, el gobernador de Antioquia, Luis Pérez, aseguró que la información que le reportaron los técnicos de EPM apunta a que pronto deberán estar operativos otros dos túneles de desvío, que ya existen, pero que están sellados, y que no habrá derrames incontrolables de masa de agua.
Ayer, precisamente, EPM tuvo una reunión con alcaldes y líderes de Ituango, Buriticá, Liborina, Santa Fe de Antioquia, Santa Rosa de Osos, Valdivia y Toledo. Los alcaldes, guardianes de la protección de sus comunidades, van a tener información continua y asumen un compromiso para mantener comunicación con las poblaciones ribereñas.
Hay que hacer votos por una pronta solución a los inconvenientes presentados y confiar en la capacidad de una organización de comprobada eficiencia y eficacia como EPM y sus firmas contratistas, así como para que estas contingencias no representen un escollo grave a los cronogramas de cumplimiento de la obra que tantos beneficios traerá al país y a Antioquia.