viernes
7 y 9
7 y 9
Las buenas nuevas
Que sea esta la oportunidad para anunciar las buenas nuevas: lo que la humanidad se inventó este año, lo que descubrió o lo que nos hace sentir orgullosos.
La Navidad significa nacimiento. Y en un año como este –el 2022, que no ha sido propiamente fácil ni particularmente feliz–, vale la pena aprovechar la celebración para recoger las cosas más gratas que le pasaron al mundo. Que sea esta la oportunidad para anunciar las buenas nuevas: lo que la humanidad se inventó este año, lo que descubrió o lo que nos hace sentir orgullosos.
Todo aquello por lo que cabe dar un gracias.
La primera buena noticia es que logramos sobrevivir y volver a vivir a pesar del Covid. Luego de que en el 2020 y en el 2021 vivimos acorralados por ese virus microscópico, en el 2022 retomamos la vida normal y empezamos la era postcovid. Ese poder volver a abrazar a los amigos ratificó que la ciencia es clave para la salvación de la humanidad. Damos gracias por eso.
Tal vez lo más fascinante que ocurrió este año fue el nuevo telescopio espacial James Webb, que alcanzó su ubicación definitiva en enero y comenzó a captar imágenes que se hicieron públicas en julio. El telescopio nos sigue sorprendiendo con las imágenes del universo infinito, nos permite mantener la esperanza de encontrar nuevas posibilidades más allá de la tierra y sobre todo nos hace preguntas sobre qué tan pequeños somos en el universo.
Hasta ahora ha descubierto las imágenes de las galaxias más lejanas y antiguas, detectó dióxido de carbono y otros compuestos claves para la vida en la atmósfera de un exoplaneta (a 700 años luz). Y a pesar de que fue creado para entender mejor el origen del universo, no se descarta que pueda encontrar un planeta que pueda abrigar condiciones favorables de vida.
La exploración espacial tuvo también otros momentos cumbres en 2022. Como el comienzo de Artemisa, el ambicioso programa espacial con el que la NASA busca volver a llevar humanos a la luna casi 50 años después del último viaje y sobre todo que busca servir de plataforma para una estancia humana sostenible en el satélite.
Ya en un plano más terrenal, literalmente, hace poco más de un mes la prestigiosa revista Nature anunció que científicos españoles descubrieron las células malignas que se desprenden del cáncer de colon y al hacer metástasis en el hígado provocan el 90 por ciento de las muertes por este tipo de tumor. Estamos hablando de cerca de 1 millón de muertes al año por este cáncer, que es el segundo más letal después del de pulmón y con este nuevo descubrimiento se podrán tratar de mejor manera. Y en junio se había anunciado también en Estados Unidos un tratamiento prometedor que aumenta en casi el 40% la supervivencia de mujeres con cáncer de mama metastásico muy agresivo. Un aplauso cerrado por esos descubrimientos que se suman además a otros avances que nos ensanchan la esperanza de sobrevivir a esta enfermedad.
También el 2022 fue el mejor año que se recuerde para el desarrollo de las energías renovables. La crisis energética global provocada por la invasión rusa a Ucrania y las ya urgentes amenazas del clima, le han puesto el acelerador a las políticas a favor de la energía limpia y a las grandes inversiones que se necesitan para la transición a las energías renovables. A tal punto que, según la Agencia Internacional de la Energía, las renovables serán la mayor fuente de electricidad mundial en 2025.
Las buenas nuevas del 2022 también llegaron a Colombia y a Medellín y Antioquia en particular con personajes de carne y hueso.
Vimos como, por fin y después de cuatro años de sufrimiento, se pudieron prender las dos primeras turbinas de Hidroituango. Ya se ha dicho que al final el héroe de la historia fue William Giraldo Jiménez, el ingeniero de EPM que se aguantó todos los momentos más difíciles y se echó al hombro el proyecto. El consorcio constructor CCC Ituango, también dio ejemplo de cómo ante la mega adversidad y en frente de una contingencia monumental, las empresas paisas, en este caso Conconcreto y Coninsa, son capaces de sacar adelante las grandes obras.
Y en el país, la figura que más nos produjo felicidad, fue Linda Caicedo. Elegida la mejor jugadora de la Copa América, la segunda mejor jugadora del Mundial Sub-17 y recientemente la mejor jugadora del mundo sub-20. Así como Luis Díaz, con sus actuaciones en el Liverpool, este año Linda le dio grandes alegrías al país, que no es poca cosa, y sobre todo se convirtió en el símbolo de cómo las mujeres ya ocupan, con sobrada calidad, espacios que antes les eran vedados. Gracias a Linda por hacer a Colombia una nación más igualitaria.
No podemos terminar sin agradecerles a ustedes. Para EL COLOMBIANO ha sido un gran año, logramos consolidar la confianza y la credibilidad, construimos lazos más fuertes con nuestros lectores y llegamos en noviembre a un fantástico número de casi 8 millones de usuarios únicos por mes en nuestra página web, lo cual significó un crecimiento del 70% y nos ubica entre los medios más consultados del país.
Gracias a usted querido lector, querida lectora. Le deseamos una muy feliz Navidad.
El empleo que busca está a un clic
