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La principal conclusión del Índice Nacional de Salud 2020 publicado por el Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud, es que en Colombia el sistema de salud ha mejorado de forma sustancial en los último veinte años. Esto le ha permitido enfrentar con éxito la pandemia por el Sars-Cov-2. Sin embargo, habría muchos aspectos para mejorar.
El sistema debe fortalecer sus políticas intersectoriales y lineamientos institucionales con el fin de mejorar su desempeño frente al grupo de países de la OCDE del cual ahora hace parte, que casi en general muestra un desempeño muy superior al de Colombia. La comparación se hace con un índice sintético compuesto de 49 indicadores individuales agrupados en tres categorías: condiciones iniciales, desempeño institucional y resultados en salud pública.
Las condiciones iniciales corresponden a los determinantes sociales en salud y financieros que impactan directamente los principales resultados en salud (acueducto y alcantarillado, movilidad, gasto per cápita en salud, talento humano en salud). De acuerdo con los resultados del índice, esas condiciones iniciales, en su mayoría factores sociales, influyen de manera determinante en los resultados que se observan en salud.
Para examinar el desempeño institucional se evaluaron varios indicadores que dan cuenta de la gestión de la enfermedad vista desde el acceso a servicios, capacidad de respuesta y oportunidad del servicio. Acá, Colombia ha mejorado en el porcentaje de embarazadas que reciben atención médica prenatal, atención temprana a personas con VIH, partos atendidos por personal calificado.
También tiene el país buena cobertura de vacunas (triple viral). Cuenta además con la disponibilidad de las vacunas hepta, deca y treceprevalente, que hacen parte del esquema del Plan Ampliado de Inmunización (PAI) que tiene como meta para 2020 controlar la incidencia de casos de neumococo, entre otras enfermedades, uno de los programas de salud pública más efectivos para la población colombiana.
No fue posible hacer la comparación internacional en los indicadores de oportunidad del servicio. La comparación se hace internamente, por departamentos. Hay diferencias sustanciales entre ellos, lo que demuestra que hay regiones del país en que los usuarios no reciben la atención necesaria en tiempo prudente, como por ejemplo en el Guaviare.
Los resultados en salud, el tercer eje del índice total, se consideran como variables de salida que evalúan las dimensiones prioritarias del Plan Decenal de Salud y Protección Social, donde se contempla la salud mental, seguridad alimentaria, sexualidad y derechos sexuales y reproductivos, vida saludable y condiciones no transmisibles, además de enfermedades transmisibles y salud ambiental. Para varios indicadores los resultados son preocupantes como en el embarazo juvenil o las tasas de mortalidad para algunos tipos de cáncer.
Se puede concluir diciendo que el Índice Nacional de Salud, que está estrenando una estructura más clara y sencilla desde 2020, es una base importante para evaluar el desempeño de la salud en Colombia. La idea es que se pueda mantener una medición continua del índice para construir bases de datos que permitan estudios estadísticos rigurosos y hacer comparaciones internacionales, en especial con los países de la OCDE, dado que los países que allí se encuentran comparten estándares y normas.
La idea es que este tipo de mediciones permita establecer políticas que intervengan en “aquellos determinantes que explican el deterioro de las condiciones de vida y de salud de grandes franjas de la población”, como se esclareció en la Conferencia Mundial de Determinantes Sociales de Salud en 2011.