Lo pillé en la prensa
“Podría haber más restricciones”
Este es un acierto y lo tomé de un artículo de aquí, de El Colombiano. ¿Pero por qué “podría” si las restricciones son varias? Vuelve nuestro amigo el verbo haber. Decir “podrían haber más restricciones” sería como decir “hubieron más restricciones”. El mismo error.
El verbo haber sí tiene plural, cómo no, por Dios. De hecho, “hubieron de trabajar mucho” está correcta. Sí, con hubieron, para que vean, pero es una construcción que hoy no usamos. Por cierto, significa “tuvieron que trabajar mucho”. En textos viejos aparece fácilmente: “Y ellos, forzados de la necesidad y temerosos de que la gente, que aún no estaba pacífica, les hiciese algún agravio, hubieron de aceptar la oferta que se les hacía”, escribió Miguel de Cervantes.
La gramática actual no nos permite decir ni “hubieron muchas restricciones” ni “habían muchas restricciones”, sino hubo y había. Podría (y no “podrían”) haber más restricciones. Debería haber más restricciones (no “deberían”). Tendría que haber más restricciones (no “tendrían”). Parece que va a haber más restricciones (no “van a”). Sigue habiendo restricciones (no “siguen”).
Lo pillé en la prensa
“El poder latino en Los Ángeles”
¿Por qué lleva tilde Los Ángeles si es el nombre de una ciudad estadounidense?
Es un nombre absolutamente castellano. Esta ciudad fue fundada por un gobernador español (Felipe de Neve) y luego toda esta región fue invadida por Estados Unidos. Muchos nombres (topónimos) de allí son castellanos (San Diego). Y por esto no se llama The Angels, sino Los Angeles (obviamente, allá no le ponen tilde).
A París le ponemos tilde, aunque su nombre original es Paris. Y a London la llamamos Londres. Los nombres de lugares se llaman topónimos (Londres, London). Tenemos exónimos (el nombre de un lugar, pero en otra lengua: Londres). Y endónimos (el nombre en la lengua local correspondiente, también llamada vernácula: London).
Preguntan los lectores. “Al interior”
Carlos Gaviria Zuluaga. “Como usted bien lo sabe, esta locución es apropiada cuando hay una idea de movimiento o dirección: ‘Corrió al interior de la casa’; ‘Miró al interior de la habitación’, pero cuando no existe ese sentido de movimiento o dirección, debe emplearse en el interior: ‘estaba en el interior de la casa’. Me permito citar un ejemplo real de la mala utilización de la expresión de marras: ‘... El INPEC identificó a un grupo de detenidos que estaba preparando una fuga al interior de la cárcel Bellavista...’. Mi comentario: Los presos se iban a volar para adentro”.
Carlos, es una expresión típica del periodismo y de cualquiera que trabaje en cualquier oficina. Son expresiones que usan, estoy convencido, porque suenan más “elegantes”, y las comillas que acabo de usar son muy importantes. Parece como si “hay corrupción en la Policía” sonara muy ordinario y “hay corrupción al interior de la Policía” sonara regio, elegante. No le veo la elegancia, y sí le veo el problema gramatical que señalas. Ahora, el uso terminará venciendo, seguramente. Yo miro “al interior” de la casa y yo camino al anterior de la casa sí tienen la idea de dirección (dirijo mi mirada y me dirijo yo hacia la casa).