viernes
7 y 9
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El paradigma espiritual que ha regido en Occidente durante estos últimos siglos está acabado. No me refiero solo a la incuestionable decadencia del cristianismo en Europa, sino también al declive del arte contemporáneo y del llamado pensamiento posmoderno. Tanto el arte como la filosofía han tomado en la actualidad una vía autodestructiva: casi todos los artistas en activo han abandonado la belleza y se han reducido a la expresividad; los pensadores, por su parte, han desatendido en su mayoría la pretensión de verdad y se han conformado con el método, el lenguaje y la hermenéutica. Únicamente la fe cristiana ha continuado hablando en estos tiempos del sentido y del bien. Pero no lo ha hecho desde un lugar adecuado, es preciso reconocerlo. Los cristianos de hoy no nos hemos sabido situar en el presente. Los cristianos seguimos sin estar en esta época a la altura de las circunstancias. El único cristianismo con futuro es aquel que no sea dogmático, ni intolerante, ni excluyente, ni hegemónico. Como cristiano (y estoy seguro de que hay legión que lo piensa como yo) no presumo de tener la verdad, sino de buscarla junto a todo el que quiera hacer esta aventura a mi lado y en la máxima humildad