Es importante que las autoridades traten de desarticular esas organizaciones. Pero esa solo es la punta del iceberg. Es lo más mediático e impactante, con la foto o la imagen de los 20 capturados. No es que no haya que hacerlo, pero no resuelve el problema de fondo.
La Alcaldía debe asumir un gran liderazgo social y cívico. Que la movilidad del alcalde Gutiérrez no se agote o se la pase en mostrar la captura de fleteros, incluso a veces con el asomo peligroso de legitimar la justicia por manos propias, en un Estado de Derecho.
El liderazgo social es concitar a la ciudadanía mediante acciones cívicas y a través de campañas y cambios culturales. Hay una cantidad de jóvenes haciendo fila en los barrios para entrar a esas bandas criminales. Capturan 20 hoy y mañana entran 50.
El otro asunto, que se pensó sería una bandera del alcalde, es la depuración y la capacitación de la Policía. Se critica que la Fiscalía y el sistema judicial liberan a los criminales, pero hay responsabilidad, complicidad y corrupción de miembros de la Fuerza Pública. Lo otro es la formación de los patrulleros, su criterio. Un pie de fuerza sin cualificación. No solo en técnicas de choque e investigación sino en ese liderazgo social: que respeten a los ciudadanos y se ganen su corazón y confianza.