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Columnistas | PUBLICADO EL 05 junio 2022

El poder de la inteligencia colectiva

Nuestro proceso electoral, que a veces nos parece largo y desgastante, está muy bien diseñado. Tres convocatorias sucesivas a las urnas y cuatro candidatos a la presidencia pusieron a prueba el poder de la inteligencia colectiva.

Por Josefina Agudelo Trujillo - josefina@tcc.com.co

Los resultados de la primera vuelta electoral para elección del presidente de la República estuvieron tan emocionantes como una final de la Selección Colombia.

Reunidos en familia con mi octogenaria madre, seguidora incondicional de uno de los candidatos, esperamos con paciencia el inicio de la entrega de boletines después de asistir temprano a las urnas para ejercer nuestro derecho al voto.

Fueron tres momentos de infarto. Con los datos de las primeras mesas creció la ilusión de que ganaríamos en primera vuelta.

El segundo momento fue de optimismo; seguro pasaría a la segunda vuelta como lo habían pronosticado las encuestas.

Con el avance de los boletines entramos en el tercer momento, en el que los resultados lo dejaron por fuera de la contienda electoral; nos sentimos frustrados, sorprendidos y desconcertados.

Permanecimos varios minutos en silencio, como en proceso de negación, mientras comprendíamos lo que estaba sucediendo.

Poco a poco fuimos aceptando la realidad y a través de las reflexiones personales de cada uno fueron emergiendo sentimientos de confianza y descubrimiento. ¿Qué mensaje estaban dando los electores con este resultado? ¿Acaso en medio de tantas narrativas sobre cambio, continuismo, inconformidad, populismo, manipulación en redes, miedos, riesgo país y riesgo democracia, entre otras, los colombianos expresaron su rebeldía en forma democrática?

Aunque perdía nuestro candidato, sentíamos que estaba ganando Colombia.

Reconocimos que nuestro proceso electoral, que a veces nos parece largo y desgastante, está muy bien diseñado.

Tres convocatorias sucesivas a las urnas (Congreso y consultas, primera y segunda vuelta) y cuatro candidatos a la presidencia con sus respectivos vices (tan diversos como nuestra patria) pusieron a prueba y estimularon el inmenso poder de la inteligencia colectiva.

Nuestra conclusión ese día fue que la mayoría de los colombianos quieren un cambio; quieren avanzar en democracia y salir de la insoportable confrontación entre izquierda y derecha, el sí y el no, el uno y el otro.

Tanto la narrativa como los hechos han desprestigiado a la clase política tradicional y este resultado electoral se convierte en una invitación a descubrir y diseñar nuevas formas de administrar lo público.

Enhorabuena que sea un empresario quien recibe la confianza de casi seis millones de colombianos que sueñan con un presidente que gestione con austeridad y con las mejores prácticas gerenciales para resolver los grandes problemas del país que ya están suficientemente diagnosticados.

Para la segunda vuelta, disfrutemos activamente de nuestra envidiable democracia y confiemos de nuevo en el extraordinario poder de la inteligencia colectiva para decidir quién será el líder que mejor nos conduzca hacia el anhelado cambio 

Si quiere más información:

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