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Columnistas | PUBLICADO EL 28 noviembre 2021

Compraventa de concursos

Por Bernardo A. GuerRa Hoyoscerocorrupcion@bernardoguerrahoyos.com

La reciente carta que envió el exprocurador regional de Antioquia, Luis Fernando Bustamante, a la decana de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional, Verónica Botero, mediante la cual considera que se cometieron faltas que conducen a dudas sobre la custodia y confidencialidad del exámen realizado con motivo del concurso para escoger a la persona que será titular de la Contraloría de Antioquia, nos remite a ocho años atrás, cuando desde el Concejo de Medellín realizamos las primeras denuncias sobre la compraventa de exámenes para acceder a las gerencias de los hospitales públicos de Antioquia.

El caso más aberrante lo constituye, sin lugar a dudas, el relacionado con Jesús Eugenio Bustamante, quien se coló, en agosto de 2016, en la gerencia del Hospital General de Medellín (HGM) como producto de un concurso realizado por la Universidad de Medellín.

El personaje sacó en el examen de conocimiento un puntaje de 99,8 %, suficiente para alzarse con el primer puesto del “concurso”; de acuerdo con la versión grabada que me entregó un ciudadano, testigo presencial de los hechos, ocho días antes de la prueba se reunieron médicos, abogados y otras personalidades en el oriente antioqueño, en una finca, ubicada entre el aeropuerto José María Córdova y la vía a Guarne, con el objeto de concretar los términos de la compraventa y entrega de los puntos del examen.

Bustamante Cano asumió como gerente del HGM después de haber dejado quebrado el Hospital de Turbo y haberse refugiado en el hospital de Itagüí, donde lo acogió su amigo Misael Cadavid, por ese entonces gerente de dicha entidad y actualmente comandante de bomberos voluntarios de Itagüí.

En esa oportunidad hice públicas serias denuncias de diversos sectores de la salud frente a la indebida tramitación de los concursos tanto para selección de los gerentes del HGM y de Metrosalud como para la selección de otros gerentes de hospitales de la región y del país, lo cual obedece a una toma por parte de los ilegales de estas importantes instituciones.

Varias coincidencias me permitieron señalar la existencia de un cartel de la salud en Antioquia, integrado por personas que infiltran concursos de méritos para seleccionar gerentes, proveedores de servicios de talento humano, de medicamentos y de infraestructura; cartel que ha logrado desangrar varios hospitales públicos y poner en riesgo al HGM y a Metrosalud.

El Hospital Marco Fidel Suárez de Bello fue desangrado por el mismo grupo de personas que dejaron en pésimas condiciones al Hospital de Turbo. La auditoría interna de la entidad señaló que allí se presentaron sobrecostos con la compra de medicamentos por casi el 300 %.

Los mismos asociados que se tomaron estos hospitales públicos también desangraron el Hospital La María y, en Caucasia, el clan de los Rodríguez hizo de las suyas con el hospital, hasta que el odontólogo Luis Octavio Gutiérrez asumió la gerencia del mismo y formuló denuncias sobre corrupción en la entidad, lo que le costó la vida, luego de ser baleado en el mes de abril del presente año.

A pesar de haber entregado suficiente información a la Fiscalía General de la Nación, las investigaciones no han prosperado y solo la Procuraduría inhabilitó a Bustamante Cano por 11 años por celebración indebida de contratos.

Los corruptos han cooptado los organismos de control y hacen fiesta con los recursos públicos.

Post Scriptum: ¿Quién es alias El Procurador dentro de esta red de corrupción a la que Daniel Quintero le entregó el HGM y el Hospital Infantil Concejo de Medellín? 

Bernardo A. Guerra Hoyos

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