Luego de cuatro horas de debate este jueves en el Concejo de Medellín sobre qué debe hacer la Alcaldía frente al 13,4 por ciento que tiene Empresas Públicas de Medellín en Isagén, lo único claro es que EPM está convencida de que podrá venderle al nuevo controlante de la generadora a 4.130 pesos por cada acción.
A ese precio está dispuesto a pagar Brookfield Asset Management (BAM) antes del 27 de enero por el 57,61 por ciento de la Nación en Isagén, un total de 6,49 billones de pesos.
En el caso de EPM, le significaría recibir 1,48 billones por parte de Brookfield, lo que su gerente, Jorge Londoño de la Cuesta, considera “que es un buen precio”, frente al compararlo con el comportamiento histórico del título en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC).
Según explicó Londoño a El COLOMBIANO, si bien el reglamento de enajenación indica que BAM debe realizar una Oferta Pública de Adquisición de Acciones (OPA) dirigida a los accionistas minoritarios que tengan máximo el 3 por ciento de propiedad, la norma que regula las OPA está por encima de dicho reglamento (Decreto 2555 de 2010) y dispone que la oferta debe dirigirse a todos los otros accionistas de Isagén, incluida EPM.
“Habrá dos OPA en los próximos cuatro meses, una primera para accionistas naturales y una segunda dirigida a inversionistas institucionales como EPM, y que se demora cuatro meses en realizarse, porque precisamente había que dar el tiempo para adelantar autorizaciones. Quien aprueba, finalmente, la venta de acciones de EPM es el Concejo, lo que toma un tiempo”, explico el funcionario.
Según el cronograma de la enajenación, la primera OPA debe darse en los dos meses siguientes a la fecha de adjudicación, el 27 de enero, y la segunda OPA tendrá que darse a más tardar el 27 de mayo.
Para la concejal que citó el debate, María Paulina Aguinaga Lezcano, del Centro Democrático, es preocupante el silencio de la Administración Municipal y de EPM ante esta situación.
Señaló con argumentos financieros que hay una subvaloración de la acción frente a los ajustes de precio realizados por el Gobierno antes de la subasta y que solo por la devaluación del peso frente al dólar ya le significan a EPM recibir 530 mil millones de pesos menos.
En todo caso, la decisión de que eso pueda ser así depende de que el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, decida si presenta al Concejo de Medellín el proyecto de acuerdo para que autorice la enajenación de la propiedad de EPM en Isagén.
Y también dependerá de si un cabildo abiertamente opositor a la privatización del control accionario de Isagén, también está dispuesto a aprobarlo en los términos planteados para vender a Brookfield.
Solo así no quedarían esos 1,48 billones de pesos “atrapados” frente a un nuevo dueño que podría no interesarle desembolsarlos, más allá de los términos que le impone el reglamento de enajenación.