Sin embargo, para el exministro de Minas y Energía, Diego Mesa Puyo, la transición en realidad va lenta.
“Con las mejoras a la Ley 1715, las subastas de renovables de 2019 y 2021 y la Ley 2099 de Transición Energética, dejamos todo listo en 2022 para que el país tuviera al menos 3,5 GW de energía eólica y solar instalados en 2023 y solo van 1,9 GW”, dijo.
Y es que desde el gobierno de Iván Duque el país se planteó la necesidad de avanzar y pasar del 1% de capacidad instalada de fuentes renovables no convencionales en 2018 al 12% en 2022. A la fecha, ese porcentaje va en 6,1%.
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De esta manera, si bien se han visto avances en generación de energía solar, estos aún no son suficientes para atender la creciente demanda de los colombianos a partir de 2028.
De hecho, según la Asociación de Energías Renovables (Ser Colombia), atender con renovables el déficit de abastecimiento eléctrico estimado requiere de la entrada en operación de 7 GW a 9 GW; es decir, cuadruplicar la capacidad actual.
En este sentido, Tomás González, exministro y director del Centro Regional de Estudios de Energía (Cree), enfatizó en que es necesario realizar una nueva subasta de energía, pues en la de este año “no se presentaron suficientes proyectos para cubrir toda la demanda”.
“Vemos un faltante de energía para 2028-2029. Esa fue la razón por la cual el Gobierno convocó a la subasta de febrero, porque hay que expandir el sistema. Pero, para atender la demanda de esa época, vamos a requerir de unos 265 GW hora/día, y la energía en firme que tenemos hoy es de unos 248 GW; es decir, necesitamos 20 GW más. El problema es que en la subasta, donde tuvimos en su mayoría proyectos solares y uno térmico, la energía en firme que conseguimos fue de 9,65 GW de solar y 1,05 GW de térmica. Eso suma solo unos 11 GW de esos 20 GW que necesitamos”; explicó González.
Asimismo, consideró necesario que el Gobierno Nacional envíe las señales de inversión adecuadas para que las empresas se interesen en participar en una nueva subasta.
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Desde la óptica de José Ignacio López, presidente el Centro de Estudios Económicos (Anif), el mundo está lejos de alcanzar las metas deseadas en transición energética, aunque reconoció que Colombia ha tenido un crecimiento importante de renovables no convencionales, en particular en energía solar.
No obstante, destacó la importancia que sigue teniendo la generación térmica, sobre todo durante ciclos meteorológicos, como el fenómeno de El Niño.
Energía eólica, ¿a paso de tortuga?
En energía eólica no se ha avanzado tanto como se esperaría. A la fecha no ha entrado en operación ninguno de los nueve parques eólicos que se están construyendo en La Guajira, los cuales debían hacerlo desde 2022.
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Dificultades en cuanto a consultas previas, licenciamiento ambiental y demás trámites han sido los principales obstáculos para que estos parques, que suman 1.800 megavatios de nueva capacidad de generación, entren a respaldar la matriz.
Entre tanto, la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) avanza en la primera subasta para proyectos de generación eólica costa afuera, cuya fecha se ha modificado en varias ocasiones.
Esta ronda se prevé realizar en agosto de 2025 y los primeros proyectos estarían listos en aproximadamente ocho o diez años.
En total, desde el año pasado se han presentado 11 proyectos eólicos costa afuera que representan 5 GW de capacidad, superando la meta establecida por el Gobierno.
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El primero de ellos fue Vientos Alisios, que tiene una potencia de 200 megavatios (MW) y es propiedad de la empresa española BlueFloat Energy. También hay otros en La Guajira (6), Atlántico (1), Magdalena (2) y Bolívar (1).
Destrabar los proyectos
Una de las mayores barreras para cumplir con las metas de la transición son las trabas que presentan algunos proyectos para entrar a operar.
Así lo ilustró Juan Ricardo Ortega, presidente del Grupo Energía Bogotá, quien afirmó que desde hace tres años el país ya debería tener alrededor de 4 GW de generación renovable, pero estas siguen sin entrar al mercado.
“Las señales son claras. Nadie está pudiendo comprar energía al 2028. En las juntas directivas lo vemos todos los días. Ya no se está ofreciendo energía, no hay suficiente infraestructura de generación en el país (...) Se requiere de una inversión de más de 800 MW de potencia como mínimo para que el país tenga lo que necesita y eso no se logra a punta de solo solar. Tienes que tener o termoeléctricas o las eólicas, y estas últimas están todas paradas”, apuntó Ortega durante su intervención en un reciente evento de Anif.
El empresario recalcó que el país están contra el tiempo para que los proyectos despeguen. “Nada se está construyendo hoy en día. Yo no he podido poner el primer ladrillo en Colectora porque no tenemos la licencia ambiental todavía (...) Tenemos un marco normativo que hace imposible que logremos las metas planteadas”, puntualizó.
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Precisamente, desde Ser han advertido que solo por permisos, licencias y papeleos, el inicio de operación de un proyecto de pequeña escala tarda entre tres y seis años.
Además de que el 70% del tiempo que se lleva la ejecución corresponde a trámites ante terceros y solo el 30% a actividades exclusivas de las empresas.
Por lo anterior, si bien se espera que entre este y el próximo año entren en operación 119 proyectos de fuentes no convencionales a respaldar el sistema; el 46% de ellos (2.400 MW) está todavía tramitando permisos ambientales o técnicos.
Así las cosas, desde el gremio ven la lenta entrada en operación como el desafío más grande que debe superar el sector.
Como recomendación, indicaron que es necesario el cumplimiento de tiempos normativos, lo cual reduciría a la mitad el tiempo de entrada en operación de los proyectos. Y la expedición urgente de regulaciones para agilizar trámites e impulsar la contratación a largo plazo y los cierres financieros.
