La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) mejoró este miércoles sus proyecciones de crecimiento para la economía colombiana al cierre de 2021. Así las cosas, su estimación ahora apunta a que la riqueza generada en el país crecerá este año 9,5%, es decir, casi dos puntos porcentuales más frente a la revisión compartida en mayo.
De igual manera, el llamado club de las buenas prácticas también elevó las perspectivas de cara a 2022, año en el que la expansión sería de 5,5%, superando en 2% los pronósticos previamente lanzados.
De esta manera, la recuperación de la actividad económica en Colombia evidencia mayor vigor frente a potencias como EE. UU., cuyo crecimiento, según la Ocde, será 5,6% al finalizar este año.
“La organización resaltó otros dos aspectos importantes a tener en cuenta. El primero de ellos es que a pesar de esta recuperación, las presiones inflacionarias (riesgos que incrementan el costo de vida) debido a las interrupciones en las cadenas internacionales de suministro, que suben los precios de los combustibles y los alimentos (...) esto podría tener unas repercusiones en el crecimiento económico”, explicó Julián Ausique, analista de renta variable de Davivienda Corredores.
El experto recordó que el otro aspecto subrayado en el reciente informe de la Ocde tiene que ver con la desaceleración de China (segunda economía del mundo y dinamizadora del comercio internacional), pues ese país está bajo presión por el gigante inmobiliario Evergrande, cuya eventual bancarrota podría derivar en un colapso sistémico por su enorme deuda con el sistema financiero.
Otro riesgo para el actual proceso de recuperación, según la organización, es la variante ómicron, toda vez que amenaza con un nuevo deterioro de la situación sanitaria y podría ocasionar “nuevas restricciones”.
En la presentación de las perspectivas económicas, según Mathias Cormann, secretario general de la organización, "la fuerte recuperación que hemos visto se está moderando y los estrangulamientos por el lado de la oferta, la inflación creciente y el persistente impacto de la pandemia están empañando el horizonte”.
El vocero nuevamente resaltó que los gobiernos actuaron con rapidez durante la coyuntura para amortizar el golpe de la pandemia, basando su atención en esfuerzos fiscales. Sin embargo, advirtió que
“Deben replantearse cómo se emplean los recursos públicos y beben gastar con mejor criterio, para así elevar el crecimiento potencial y acelerar la transición a la energía limpia”.
Según el informe, la retirada de las ayudas del sector público relacionadas con la pandemia deberá ser gradual para evitar que la actividad se debilite.