Germán Montoya fue más que el hombre detrás del poder de Virgilio Barco, mientras fue Secretario General y quien en la práctica manejó el Gobierno, por las afecciones de salud del entonces presidente. También en su legado está el ser pionero de la industria automotriz en Colombia y un empresario de vieja data.
En la hoja de vida de Montoya no solo recaen protagonismos políticos, también empresariales: fue vicepresidente de Coltejer, perteneció a la junta directiva de Caracol Radio y Televisión, así como de la Sociedad de Algodoneros, de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) y del Banco del Comercio.
Rememora Eduardo Visbal, vicepresidente de comercio exterior y vehículos de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco): “Fue una persona mesurada, discreta, era suave, que no le gustaba ser protagonista. Sin duda fundador de Colmotores y de la industria automotriz en Colombia”, agregó Visbal.
En los archivos empresariales figura que nació el 7 de octubre de 1921 en medio de un proceso de transformación social en el que las grandes urbes proliferaban, y en sus treintas fundó a Colmotores.
La compañía tiene fecha de inicio el 27 de julio de 1956, aunque se inauguró solo el 16 de febrero de 1962 con la venia de Alberto Lleras Camargo y la bendición de monseñor Emilio de Brigard, obispo auxiliar de Bogotá. ¿En dónde se cumplió este sueño? En un espacio de 280.000 metros cuadrados, al sur de Bogotá, tras una inversión de cinco millones de pesos.
La transformación
Quienes conocen su trayectoria de cerca, recuerdan la anécdota que permitió crear el segmento en el país: se fue a Inglaterra sin saber inglés con sus amigos empresarios y para el 28 de noviembre de ese mismo año ya había firmado con la British Motor Corporation Limited (BMC) el contrato para ensamblar.
En 1979 se dio el cambio de manos en el que General Motors compró las acciones que la Chrysler International tenía en Colmotores y se comenzaron a ensamblar los Chevrolet.
La empresa ha armado al menos un millón de vehículos y después de la reducción de personal en 2018, la compañía quedó con 1.000 personas.
En ese año reportó 2,58 billones de pesos en ingresos, según las últimas cifras reportadas, ante la Superintendencia de Sociedades.
“Un gran aporte deja Germán Montoya al desarrollo de la industria automotriz Colombiana. Gracias a su visión y emprendimiento creó las bases de la industria automotriz en Colombia cuando a finales de los años 50 y motivado por el modelo cepalino de sustitución de importaciones, fundó la fábrica”, referenció Oliverio García, presidente de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos).
Su otra vida
Era voluntarioso y cuando se le metía una idea en la cabeza debía sacarla adelante, siempre confiando en San Antonio, que le permitió soportar los días difíciles al inicio de la planta, durante su carrera y en su vida personal por eso tiene su propio altar por iniciativa de Don Germán en la planta.
De hecho, los trabajadores recuerdan que el último día que él estuvo allí les solicitó que tuvieran bien cuidado al santo y con flores.
El temple de este personaje le permitió sobrevellevar las represalias que el Cartel de Medellín tomó en su contra en medio del pulso que protagonizaron en ese entonces la mencionada organización criminal y el Gobierno Nacional.
Una de sus hermanas fue asesinada y uno de sus hijos fue secuestrado en el momento en que Pablo Escobar quería evitar la extradición.
Valores intachables y rectitud también son palabras que se asocian con Don Germán. Como servidor público tenía el país en la cabeza, trabajaba sin protagonismos, apoyado en sus coequiperos orientado a obtener resultados positivos y exitosos (ver Reacciones).
$2,58
billones fueron las ventas de GM Colmotores en 2018, según Supersociedades.
