Luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara el pasado 10 de julio un aumento del 50 % en los aranceles a todos los productos brasileños, el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, respondió públicamente con un tono firme. Advirtió que “cualquier medida unilateral será respondida conforme a la Ley brasileña de Reciprocidad Económica” y defendió la soberanía de las instituciones judiciales de su país.
Pero días después, el tono cambió. En un video publicado recientemente por su esposa, Rosângela da Silva, Lula fue grabado recogiendo jabuticabas, una fruta nativa de Brasil, y dedicando un mensaje directo a Trump.
“Voy a comer jabuticaba por ti, Trump, y te vas a dar cuenta de que quien come jabuticaba por la mañana, un país que solo da jabuticaba, no necesita una pelea de aranceles. Necesita unidad, y muchas relaciones diplomáticas”, dijo Lula mientras sostenía la fruta.
Conflicto arancelario
El gesto ocurre en medio de un aumento de tensiones comerciales. Trump justificó la medida arancelaria alegando que el Supremo Tribunal Federal (STF) brasileño impuso “censura” a plataformas digitales estadounidenses y calificó de “vergüenza internacional” el juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro, acusado de tentativa de golpe de Estado.
Lula respondió que Brasil es un país soberano, que no acepta tutelaje externo y que sus decisiones judiciales no están sujetas a injerencias extranjeras.
También desmintió las afirmaciones de Trump sobre un supuesto déficit comercial, asegurando que, en los últimos 15 años, Estados Unidos ha tenido un superávit de 410.000 millones de dólares en su comercio con Brasil, según cifras oficiales estadounidenses.
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¿Solo una fruta?
La jabuticaba (también conocida como guapurú o yvapurũ), es una fruta originaria de Brasil, Paraguay, Bolivia y el noreste argentino. Su árbol, de la familia de las mirtáceas, produce bayas moradas que crecen directamente del tronco, en un fenómeno botánico conocido como caulifloría.
Además de su sabor agridulce, la jabuticaba se consume en jugos, mermeladas, licores y vinos artesanales. En Brasil, tiene una fuerte carga simbólica y cultural, y ha sido usada como emblema nacional, aunque también está presente en otros países tropicales de América del Sur.
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