Reparar los daños que ha causado la pandemia requerirá un diseño inteligente de las políticas, así como disciplina y creatividad en los meses y años que vienen. De este modo resume el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) el trabajo que deberán ejecutar los países de América Latina y el Caribe para superar el impacto de la pandemia, que aún no ha sido superada.
La entidad multilateral que clausuró ayer su asamblea anual comparó la situación en su informe macroeconómico, “Oportunidades para un mayor crecimiento sostenible tras la pandemia”, como que la región volaba en 2019 con un motor averiado y que, en 2020, el segundo motor también sufrió un golpe.
“El desafío al que nos enfrentamos ahora consiste en llevar esta nave a buen puerto, rescatar a los pasajeros y disponer las reparaciones necesarias. Para que la región vuelva a levantar el vuelo se requerirá un mayor gasto en atención sanitaria, en transferencias públicas a los pobres y en préstamos a las empresas con dificultades”, se lee en el documento de 198 páginas presentado en la reunión de gobernadores del BID (ver ¿Qué sigue?).
Eric Parrado, economista jefe del BID, anotó que en esta coyuntura los ingresos fiscales se han desplomado debido al desempleo y a una caída del consumo, los balances fiscales se han deteriorado y la deuda pública ha aumentado considerablemente desde la crisis financiera global de 2008-2009, y advirtió que, en este panorama, será sumamente difícil aumentar el gasto y sostener los estímulos fiscales.
Las estimaciones
Según el BID la proyección de base para 2021 es una recuperación del crecimiento económico hasta 4,1 %, en la región. A partir de allí, se proyecta que el crecimiento convergerá a la tendencia de largo plazo, de cerca de 2,5 % al año.
En un modelo estadístico que incluyó a 14 países en la región, el crecimiento en el escenario de base es de 4,4 % para 2021 (ver gráfico).
Este escenario, de acuerdo al informe, supone que los países en todo el mundo y en la región pueden abrir sus economías y crecer en la segunda mitad del año, a pesar del importante número de nuevos casos de covid.
También supone que los programas de despliegue de la vacuna avanzan según lo planeado y que, hacia mediados de año, producirán una inmunidad generalizada en la mayoría de los países avanzados y de las economías emergentes, incluyendo América Latina y el Caribe.
“Hay riesgos importantes asociados con la proyección de base. A medida que los países reabren sus economías, posibles aumentos en los casos y en las tasas de hospitalización podrían llevar a las autoridades a volver a adoptar medidas restrictivas, lo cual tendría un impacto negativo en la actividad económica”, alertó el reporte del BID.
Reformas urgentes
Desde la óptica de Parrado, por la atención de la pandemia los países tendrán que ser mucho más eficientes, estrechar las arcas públicas y eliminar las ineficiencias de gasto, tendrán que encontrar maneras de aumentar la resiliencia mediante inversiones inteligentes que impulsen la productividad y estimulen el crecimiento.
“Los gobiernos deben implementar políticas para que la recuperación sea mucho más inclusiva, lo que significará en algunos casos aumentar los impuestos para mejorar la distribución del ingreso a través de redes de protección social y una mejor prestación de servicios públicos como la educación y la atención sanitaria”, precisó.
Adicionalmente, consideró que es necesario apoyar a numerosas pequeñas y medianas empresas que entraron en hibernación, de modo que puedan ser parte de la recuperación y contribuir a un crecimiento más sólido después de la pandemia.
También afirmó que los sistemas fiscales saludables pueden ayudar a liberar el potencial regional, apalancando la reasignación de recursos en todos los sectores y así impulsar el crecimiento de la productividad, promover el empleo formal.
A su turno, Andrew Powell, asesor principal del BID, explicó que “dados los desafíos fiscales y los altos niveles de endeudamiento, la mejora de las instituciones fiscales debería ser un tema de alta prioridad”.
A juicio del experto, instituciones más sólidas darían un mayor grado de credibilidad y permitirían un ajuste más gradual con tasas de interés más bajas para asegurar la sostenibilidad de la deuda (ver Dicen de...).
Viene capitalización
En la declaración final de la asamblea, el presidente del BID, Mauricio Claver-Carone, confió en que el banco pueda evitar la pérdida de otra década en el desarrollo y crecimiento de la región.
Para ese propósito, la Asamblea de Gobernadores del BID, 48 en total, aprobaron una resolución que le permite a la entidad iniciar el análisis para un aumento de capital, sin precisar aún el monto que se pretende obtener ni fijar una fecha exacta para concluir esa tarea.
Consultado por EL COLOMBIANO, Claver-Carone respondió: “Hemos dado un primer paso que nos permitirá hacer el análisis sobre la demanda y el poder de absorción de la región, y poderles presentar a los gobernadores lo que nosotros pensamos. Ya hay algunas ideas y presentamos una nota conceptual inicial en la cual hacíamos estimados, pero con el nuevo mandato podemos profundizar y formalizar el análisis”.
También resaltó que líderes de los dos partidos de Estados Unidos, demócratas y republicanos, hayan presentado una legislación autorizando una capitalización de 80.000 millones de dólares, que sería las más grande en la historia del BID. “Si ese es el marco, creo que no estaremos en desacuerdo”, concluyó
US$21.600
millones desembolsó el BID para la atención de la pandemia en América Latina.
48
son los gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).