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Tras generar utilidades cercanas a los 4 billones de pesos, con una contracción del 62,7 % real anual respecto al año anterior, el 2020 fue un año difícil para los bancos en el país.
Asobancaria confía en que estas cifras mejorarán con la consolidación de la recuperación económica de Colombia, de la que se prevé sea del 4,6 % en 2021 –11,4 puntos porcentuales por encima de lo observado al cierre de 2020 (-6,8 %)–, y en el caso específico de su sector apunta a unos mejores números, soportado en la dinamización del mercado, gracias al ingreso de nuevos jugadores que amplían la oferta de productos y servicios para los consumidores financieros.
Felipe Noval, director de Transformación Digital e Inclusión Financiera de este gremio, aseguró que con las autorizaciones emitidas o en proceso por parte de la Superintendencia Financiera a entidades como Lulo Bank, JP Morgan, BTG Pactual y Nubank, el mapa del sistema bancario quedará conformado por 25 bancos o entidades financieras físicas, de las cuales el 48% presta al menos un producto 100 % digital, que suelen ser cuentas de ahorro de trámite simplificado, cuentas electrónicas, depósitos y billeteras electrónicas.
“Por otro lado, Nequi se puede considerar un banco 100 % digital, respaldado por una entidad física. Además, Nubank y Lulo Bank son 100 % digitales que iniciarán operaciones en el territorio colombiano a partir de este año”, precisó Noval.
El presidente de Asobancaria, Hernando José Gómez, es optimista de que el incremento de la competencia en el sector impulse las previsiones crediticias y jalone el desempeño de las entidades bancarias.
Sus proyecciones para 2021 apuntan a un crecimiento de la cartera total de 4,5 % real anual. Sus argumentos: la recuperación de la demanda interna, el otorgamiento de los subsidios de vivienda por parte del Gobierno Nacional y las garantías estatales que seguirán favoreciendo el impulso del crédito a la economía colombiana.
Agregó Gómez: “Se prevé un importante crecimiento de la demanda interna, jalonada principalmente por el consumo de los hogares y la inversión. El consumo privado, que para 2020 representó el 70,2 % del producto nacional, exhibiría una expansión significativa (5,7 %), asociada a una recuperación de la confianza de los consumidores, así como a mejores indicadores del mercado laboral. Por su parte, la inversión alcanzaría un crecimiento cercano al 6,8 %, gracias al impulso que sobre ella imprimirían sectores como la industria y la construcción”.
La fintech Nubank, del neobanco Nu, con operaciones en Brasil y México, es una de las nuevas entidades financieras que hizo su arribo al país en 2020. Según la entidad, en respuesta a un cuestionario enviado por EL COLOMBIANO, “el gran crecimiento que ha experimentado el país en los últimos años en materia económica y su creciente penetración digital, lo convierten en un mercado con potencial. Entre el 70 % y el 85 % de las transacciones se realizan en efectivo, lo que significa que aún hay mucho camino para recorrer en términos de bancarización e inclusión financiera en general”.
Esta compañía, que se presenta como la primera de servicios financieros 100 % digital del país, comenzó actividades en septiembre de 2020 y planea invertir más de 500.000 millones de pesos en los próximos ocho años.
“Más de la mitad de la población del país tiene un teléfono inteligente y acceso a internet. Pero solo el 26 % de la población tiene tarjeta de crédito. Con nuestra llegada, cualquier colombiano con acceso a internet podría aplicar a nuestros productos y tener un acceso más justo y universal al crédito”, señalaron desde la entidad.
Respecto a la configuración actual del mapa bancario en el país, Nubank describe como positivo el aumento de la competencia ya que a través de esta el mercado crece e innova.
“Luego de nuestra llegada al país hemos visto a muchos jugadores del sector innovar en su oferta digital e incluso lanzar productos sin cuota de manejo. Celebramos que la industria haya seguido este camino ya que creemos que simplifica la vida de los consumidores y ofrece soluciones que sean más eficientes”, apuntaron en su respuesta.
Respecto a los otros nuevos jugadores: Lulo Bank, JP Morgan y BTG Pactual, ya cuentan con la autorización por parte de la Superintendencia Financiera para funcionar como establecimientos bancarios, y se espera que en el transcurso del año anuncien la apertura de sus servicios.
Lulo Bank recibió la autorización en enero de 2020. Su accionista mayoritario es el Gilex Holding, grupo financiero propiedad de la familia Gilinski, que a su vez tiene el control de GNB Sudameris. Pese a que ha transcurrido más de un año desde que recibiera el aval, esta fintech aún no anuncia su apertura y la información disponible es muy escasa.
JP Morgan ya operaba en el país como corporación financiera, y tras el cambio de licencia se espera que, de acuerdo con la resolución del ente de vigilancia, desmonte las actividades que no sean propias de esta nueva figura en un plazo no mayor a dos años. Su presidenta es Ángela María Hurtado.
En cuanto a BTG Pactual, la entidad está establecida en Colombia desde 2006 como banco de inversión, pero aún no ha sido tramitada la autorización por parte de la Superfinanciera para operar como establecimiento bancario.
Germán Cristancho, gerente de Investigaciones Económicas y Estrategia de Davivienda, valoró los esfuerzos hechos desde la Superintendencia para avanzar en la promoción de una agenda normativa que facilite la innovación financiera en temas como gestión de riesgos, uso de tecnologías y nuevos modelos de negocios innovadores, como la regulación de las Sociedades Especializadas en Depósitos y Pagos Electrónicos (que permiten captar y girar recursos por canales digitales), las financiaciones colaborativas o crowdfunding, o el intercambio de criptoactivos en un ambiente controlado.
Sin embargo, el directivo planteó su duda respecto a la necesidad de que exista una ley fintech en el país “que permita tener reglas claras para la entrada y posicionamiento de nuevos jugadores. La agenda legislativa en esta materia será activa durante los próximos años”.
Cristancho destacó que Colombia tiene un potencial importante en este campo, consolidándose como el tercer ecosistema de Latinoamérica con cerca de 200 startups fintech, y prevé un ingreso creciente de competidores, especialmente en soluciones financieras más especializadas para microempresas y pymes que aunque tienen productos financieros no pueden acceder a capital.
Juan Carlos Mora, presidente del Grupo Bancolombia, expresó que las necesidades de los consumidores, las nuevas tendencias del mercado y la competencia en el sector han redefinido la forma de hacer negocios y transformó la industria.
“La entrada de nuevos actores representa para nosotros la oportunidad de sumar esfuerzos y e ideas en beneficio de las personas y las empresas. De la misma forma, el acercamiento a compañías que impulsan el desarrollo del sector, como las fintech, nos permite crear experiencias superiores promoviendo la innovación, aprovechar capacidades para crear modelos de negocio y cooperar para ofrecer propuestas basadas en la banca abierta”, dijo Mora.
Nequi fue quizá el primer neobanco colombiano en entrar en operación hace cinco años. Hoy, cuando el negocio de las fintech está en auge, su director Andrés Vásquez ve como positivo el desarrollo de esta industria, en especial para los usuarios, porque el sistema “se pone en actitud de innovación” y ofrece más oportunidades de diferenciación para hallar mejores soluciones financieras.
En cuanto al marco regulatorio establecido para el mercado de las fintech, Vásquez destacó la conexión que tiene la Superfinanciera con las nuevas facilidades que ofrece el sistema, y consideró que la entidad “se ha movido de forma adecuada para propiciar estos servicios”.
Sebastián Noval, de Asobancaria, cree que el auge de las fintech es positiva para el sector, y la integración de la industria financiera con el uso efectivo de estas tecnologías reduce las barreras de acceso a los servicios y productos a millones de personas.
“Las entidades financieras, con el apoyo colaborativo de las fintech, están creando sinergias que les permiten ser más eficientes en su gestión y adoptar roles más especializados en la industria. A nivel mundial, en 2018 se invirtieron alrededor de 111.800 millones de dólares en fintech, con un crecimiento anual de 157 %. En Latinoamérica en este mismo año se invirtieron 1.810 millones de dólares”, comentó Noval