Wall Street sorprendió al mundo al incluir el agua entre sus negociaciones, alertando a propios y extraños sobre si esta era o no una muestra de que este líquido escaseará en un futuro cercano o de si su precio puede llegar a subir de una manera importante.
Y es que a partir del pasado 7 de diciembre, CME Group emitió por primera vez futuros de agua, los cuales funcionan como “contratos liquidados financieramente basados en el índice Nasdaq Veles California Water” (ver Informe).
De esta manera, estos contratos corresponden específicamente al agua de las cinco principales cuencas en California. Entre las motivaciones para hacerlo, la empresa explicó que “hasta la fecha, los participantes del mercado no han tenido un producto viable para gestionar el riesgo de precio asociado con la escasez de este recurso vital”.
Ahora bien, según explicó Juan David Ballén, director de Análisis y Estrategia de Casa de Bolsa, existen bienes que hoy día se transan en las diferentes bolsas del mundo, entre los que se encuentran el petróleo, el maíz o incluso el oro. De estos, algunos son de entrega física, como es el caso del petróleo, pero hay otros que son meramente financieros, con los que se recibe un diferencial del precio al que se compró y al que se venderá. Es decir, no se recibirá nunca el agua de manera física al momento de reclamar lo que representa el título.
Bajo este modelo inicial, Iván Felipe Agudelo, analista senior de renta variable en Alianza Valores - Alianza Fiduciaria, comentó que “de corto y mediano plazo, es muy poco probable que se de una entrega física. Sin embargo, la experiencia nos muestra que sí es posible que se dé como sucede en cualquier otro recurso natural que cotiza en bolsa”.
Eso sí, Agudelo añadió que “es posible pensar que una vez abierta la puerta para los futuros, no sólo las actividades de cobertura tendrán lugar en el mercado, sino también las de especulación, como en muchos otros bienes”.