Medios internacionales dieron cuenta en la tarde de este miércoles que Spirit Airlines salió de la protección por bancarrota, “significativamente con menos deuda y una mayor flexibilidad financiera”, cumpliendo su propósito de completar una reorganización para el final de este trimestre.
Según la versión de Bloomberg, recogida por La República, como parte de la reestructuración, Spirit recibió una inyección de capital de US$350 millones de sus inversores actuales, y los fondos se utilizarán para apoyar nuevas iniciativas y añadan ofertas premium para captar a más consumidores que buscan opciones cada vez más exclusivas.
Vale anotar que la aerolínea Spirit se acogió al Capítulo 11 en noviembre anterior para reestructurar una deuda de aproximadamente US$1.600 millones tras perder terreno por la pandemia, ya que las aerolíneas más grandes atrajeron a los viajeros ofreciendo más tarifas de clase económica básica. También se vio afectada por un defecto de fabricación en un motor que dejó en tierra a parte de su flota de aviones y por unos costes laborales históricamente altos en los nuevos contratos. La aerolínea obtuvo la aprobación del tribunal de quiebras de EE. UU. el mes pasado para salir de la protección judicial.
“Spirit rechazó previamente un intento de adquisición de última hora por parte de su rival, la aerolínea de descuento Frontier Group Holdings Inc. Frontier había buscado revivir un noviazgo de años entre las dos aerolíneas”, señala el reporte de Bloomberg y La República.
La empresa matriz de Spirit, ahora conocida como Spirit Aviation Holdings Inc., planea volver a cotizar sus acciones en la bolsa de valores. Ted Christie seguirá siendo presidente y director ejecutivo, según informó Spirit.
La compañía redujo su deuda en aproximadamente US$795 millones a través de una transacción que convirtió la deuda en capital para sus mayores tenedores de bonos, incluidos Citadel Advisors, Pacific Investment Management Co. y Western Asset Management Co. Los accionistas existentes no recibieron ninguna compensación.