Antes de Navidad los grupos Sura y Argos tendrán listo el acuerdo que les permitirá materializar una de las movidas que mayor expectativa ha generado en los últimos meses en el mundo empresarial colombiano.
Se trata de la terminación o reducción de manera organizada de las participaciones cruzadas entre ambas sociedades, en otras palabras, la finalización del enroque que por más de cuatro décadas ha existido entre ellas.
El acuerdo también servirá para concretar los enunciados del Memorando de Entendimiento suscrito por Sura y Argos en octubre, con el que se comprometieron a explorar y definir una estructura en la que no sean inversionistas recíprocos, ni directa ni indirectamente.
Según trascendió, las definiciones deberán garantizar el trato equitativo a todos los accionistas de las compañías intervinientes; ser viable en términos financieros, legales, contables y de tiempos de ejecución; y permitir a cada una de las partes continuar profundizando su especialización y desarrollando su plan de negocios en el largo plazo.
Cementos Argos tomó decisiones
Un nuevo paso en esa dirección se dio el viernes, cuando la asamblea extraordinaria de accionistas de Cementos Argos levantó los potenciales conflictos de interés declarados por algunos de sus representantes legales y miembros de junta directiva, para deliberar y decidir sobre las alternativas estratégicas respecto de su participación accionaria en Grupo Sura, la cual alcanza 8,88%.
Esa decisión estuvo alineada con la adoptada por la matriz de la empresa cementera, Grupo Argos, que tras una reunión similar, el 21 de octubre, autorizó a sus directivos a avanzar en ese objetivo.
En esa misma fecha, la asamblea extraordinaria de Sura también le dio carta blanca a la administración para que decida qué hacer con las acciones que la holding financiera posee en Grupo Argos.
Aquí vale recordar que en los registros de la Superfinanciera, a junio de este año, Grupo Argos, su filial Cementos Argos y su fundación poseen el 65,62 % de las acciones de Sura, aunque un bloque de esas especies (114,5 millones de acciones) están en un patrimonio autónomo inhibidor del voto, por lo que conservan los derechos económicos, pero sin ejercer los derechos políticos.
Ese paquete que suma 209,86 millones de acciones vale unos $7,42 billones, teniendo en cuenta que cada especie de Sura se cotiza por estos días en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) a $35.360 cada una.
A su vez, el Grupo Sura aparece como el principal accionista de Grupo Argos con el 36,24 % de las especies, lo que corresponde a 234,28 millones de acciones. Cada título se transa en la bolsa a $19.600, con lo que ese bloque cuesta hoy $4,59 billones.
Posibles movidas estratégicas de Argos y Sura
Mientras ambos conglomerados se preparan para revelar los términos del acuerdo, los analistas económicos se aventuran a plantear algunas decisiones estratégicas que eventualmente podrían ocurrir.
Desde la óptica de Davivienda Corredores se recuerda que los líderes de Argos y Sura, Jorge Mario Velásquez y Ricardo Jaramillo, han sido enfáticos en que vendrán grandes cambios y reorganización de la estructura actual.
En esa senda, una de las alternativas sería encontrar un socio para Sura. Durante el proceso de opas lanzada por la familia Gilinski por Nutresa, el Grupo Argos mencionó que estaba en esa búsqueda.
“Aunque consideramos esta posibilidad viable, la vemos poco probable bajo la estructura corporativa actual. Encontrar alguien que compre, por ejemplo, la participación que está en el patrimonio autónomo sería volver al enroque anterior, donde tres compañías controlaban una estructura que como lo hemos evidenciado, no permite maximizar el valor de las partes. Tampoco vemos tan sencillo que alguien se interese por tener una participación sin un enfoque claro”, anotaron los expertos Nicolás Gómez y Katherine Ortiz.
Otra fórmula sería un desenroque vía intercambio de acciones entre Sura y Argos. Aunque es probable que se pueda materializar la llegada de un inversionista, los investigadores económicos piensan que para que algún jugador pueda interesarse en asociarse, se requiere primero la separación del negocio financiero del no financiero, es decir, la separación de Sura (enfoque en negocio financiero) y Grupo Argos (enfoque no financiero).
Lo anterior, obedece a que en la actualidad el valor de Grupo Argos está representado en un 51% en el negocio financiero y 49% en los negocios de materiales, infraestructura e inmobiliario.
Así las cosas, desde Davivienda Corredores se insiste en que los activos más representativos en el valor de Grupo Argos (teniendo en cuenta la participación directa e indirecta) serían Cementos Argos con el 26%, seguido de Bancolombia con el 21% y Sura Asset Management con el 16%. Es decir, estos tres activos son representativos del 63% del valor del conglomerado de infraestructura.
Una alternativa adicional que también puede contemplarse es la de un socio para Grupo Argos. Si este holding se constituye en una compañía con un portafolio robusto exclusivamente enfocado en el negocio de inversiones en infraestructura en Latinoamérica, existe la posibilidad de encontrar un socio directo en esta actividad.
Aquí sobresalen jugadores como por ejemplo Macquarie (uno de los gestores de activos más grandes del mundo), que ya es socio de Grupo Argos en el negocio de concesiones viales.
Otras opciones para nueva estructura societaria
En el abanico de posibilidades para concretar la separación de Sura y Argos también cabe una eventual venta directa de activos, y entre esas alternativas surgen probables desinversiones por parte de Suramericana y Sura Asset Management, filiales de Sura.
Davivienda Corredores recuerda recientes transacciones, como la venta del negocio de Suramericana en Argentina y El Salvador. Aunque, enfatiza en que la actual administración de Sura ha sido bastante vocal en relación con que no están interesados en realizar desinversiones relacionadas con sus principales líneas de negocio. Eso sugiere que pensar en una venta de Bancolombia, Suramericana o Sura Asset Management como compañías, parece ser una opción poco probable.
De momento, el mercado y los analistas están a la espera de conocer las decisiones estratégicas, que posibilitaran que en 2025 se materialice la reorganización societaria entre los grupo Argos y Sura y cada uno de sus negocios y, aunque existen muchos caminos posibles, el efecto en la creación de valor para los accionistas es lo que estos más desean.
Bancolombia también ejecuta cambios
Para el próximo miércoles 11 de diciembre la entidad financiera tiene citados a sus accionistas a una asamblea extraordinaria en la que someterá a consideración una propuesta para aprobar el pago de honorarios adicionales a la revisoría fiscal, que está a cargo de PWC. La iniciativa está asociada al proceso de evolución de la estructura societaria de Bancolombia y sus subordinadas, es decir, la creación de una sociedad matriz que se denominará Grupo Cibest.
Este cambio en la estructura societaria busca separar los roles de establecimiento bancario de Bancolombia, por un lado, y la casa matriz del Grupo Bancolombia, por el otro, para habilitar una mejor asignación de capital, facilitar la estructuración de negocios financieros y no financieros y proporcionar flexibilidad para ejecutar iniciativas de desarrollo corporativo. A comienzos de este mes, Bancolombia presentó el Formulario F-4 ante autoridades estadounidenses, para registrar las acciones ordinarias y preferenciales (incluyendo las acciones preferenciales de los ADRs).