Hace 365 días nadie hubiera imaginado que la pandemia del Covid-19, que apenas estaba por afectar a su primera víctima en Colombia, esa mujer de 19 años que llegó procedente de Milán (Italia) y que se convirtió el 6 de marzo de 2020 en el primer contagio oficial, dejara un cóctel explosivo en una economía que buscaba mantener el impulso de crecimiento.
Doce meses después de la incertidumbre inicial que acabó afectando a todas las esferas de la sociedad: desde la salud, al comercio, la industria, la educación o el agro, el saldo de la pandemia es el de la peor recesión de la historia, con una caída de 6,8 %, con más de 4,1 millones de desempleados a enero de este año y con miles de empresas que tuvieron que echar el cierre ante el confinamiento que se extendió varios meses para poder contener al virus.
Pero estos no fueron los únicos indicadores que se fueron al piso en ese 2020, que quedará en la memoria de todos como el del inicio de la pandemia. Otros como la confianza del consumidor, la industria manufacturera o el dato de inflación registraron el año pasado niveles nunca antes vistos. Al igual, solo entre enero y octubre se cerraron hasta 509.370 micronegocios.
Toda esa situación llevó al Gobierno a cambiar de planes de un día para otro. De pensar en la inversión en infraestructura para apalancar la senda de crecimiento, se pasó a activar una fase de contención y a declarar tanto un estado de emergencia sanitaria como Económico, Social y Ecológico, que le ha permitido al Ejecutivo tomar medidas excepcionales. Adicional a ello, el Gobierno creó un fondo específico centrado en atender la pandemia.
Este es el Fondo de Mitigación de Emergencias (Fome), del que ya se han utilizado más de la mitad del total de 40,5 billones de pesos que se tienen. Desde ahí se asignan los recursos del Ingreso Solidario, los subsidios a la nómina a través del Programa de Apoyo al Empleo Formal (Paef), o las transferencias para los programas de Familias en Acción, Jóvenes en Acción o Colombia Mayor.
Entre otros, en materia económica se dictaron medidas especiales en cuanto a procesos de insolvencia, de arrendamiento de locales comerciales o decretos para crear el Paef y otros alivios económicos para las pequeñas y medianas empresas.
Sin embargo, de llegarse a necesitar más recursos el propio ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, aseguró el pasado jueves, en medio de la presentación del Plan Financiero para 2021, que no habría cómo ampliar el Fome.
En estos momentos, la cartera de Hacienda está dedicada a preparar una propuesta fiscal que consiga más recursos, en concreto, unos 15 billones de pesos para el próximo año. Por ello, aunque polémico, se tiene en la mira que las personas naturales paguen más impuestos, tanto indirectos como el IVA como directos. Al igual, se está revisando en detalle todo ese paquete de exenciones que hoy suponen hasta 92 billones de pesos.