Por decimoctavo mes consecutivo y por decisión unánime, la Junta Directiva del Banco de la República decidió mantener en 4,25 % la tasa de interés de intervención (ver Radiografía).
Los principales factores que dieron lugar a la decisión de la Junta fueron: las depreciaciones transitorias de la inflación frente a la meta y la incertidumbre sobre la persistencia de la depreciación del peso frente al dólar. También, los efectos en la economía local, derivados de los cambiantes condiciones externas. “Los excesos de la capacidad productiva y la velocidad con la que se reduzca también influyeron en la decisión”, puntualizó Juan José Echavarría, director del Emisor.
Por un lado, pese a que la inflación anual de septiembre (3,82 %) fue ligeramente mayor que la de agosto (3,75 %), “la Junta espera que los choques de oferta que han afectado este indicador empiecen a diluirse y a comienzos de 2020 retorne su convergencia a la meta (3 %), tal como lo recogen las expectativas del mercado”, destacó Echavarría.
En cuanto al entorno internacional, la Junta señaló que las perspectivas de crecimiento global se siguen moderando. De hecho, en Estados Unidos la Reserva Federal redujo esta semana su tasa de interés de referencia por tercera vez este año (el rango ahora es de 1,50 % a 1,75 %).
Esta medida responde a un salvavidas para mantener fuerte la economía estadounidense ante el panorama global y los actuales riesgos, según resaltó Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal en la rueda de prensa del 30 de octubre.
El Emisor mantuvo la proyección de crecimiento económico en 3,2 % a cierre de 2019. “Se proyecta que los excesos en capacidad productiva de la economía disminuyan gradualmente”, dijo Echavarría.