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El momento para asumir la representación de uno de los sectores productivos más importantes del departamento es demasiado complejo y para María José Bernal, quien hace dos semanas fue presentada como la directora Fenalco Antioquia, los desafíos no se hacen esperar.
Y es que por cuenta de las protestas iniciadas el pasado 28 de abril, los comerciantes paisas contabilizan pérdidas por 18.000 millones de pesos diarios, es decir que luego de 36 días de manifestaciones los perjuicios superan los 648.000 millones, según las cuentas del gremio.
Economista de la universidad Eafit, Bernal cursa una maestría en Economía Aplicada en el mismo establecimiento, y se ha destacado en el campo académico por su amplio conocimiento en macroeconomía. Ahora está al frente de una actividad que le inyecta unos 26,4 billones de pesos a la economía cada año, representando a 3.000 empresarios entre afiliados, usuarios y sucursales.
En diálogo con EL COLOMBIANO, la dirigente detalló algunos aspectos de su plan de navegación, del que hacen parte el fortalecimiento y renovación del gremio, la promoción de la libre empresa, así como mejorar la imagen del empresario y afianzar las relaciones entre los asociados.
¿Con cuál urgencia llegó a trabajar en Fenalco desde el primer día?
“Lo más urgente, y que engloba toda mi dirección es la libre empresa. Es decir, el principio de libertad económica va a marcar toda la pauta y todo el norte de mi dirección. Pero, digamos que el tema más urgente con el que llegué fue el paro. Ni siquiera toda la reactivación económica por la pandemia, frente a la que estábamos llegando a conversaciones importantes para empezar a apelar más a la confianza que a la restricción, porque las empresas, realmente, no aguantan más”.
¿Cómo analiza el momento?
“Tenemos este reto que es muy coyuntural, pero también trasciende a lo estructural. Yo entré a Fenalco en crisis económica de pandemia y en paro, entonces doble patada para las empresas. Es una crisis económica sin precedentes muy dura, y un paro que ha venido con bloqueos criminales en varias partes del país y con vandalismo. Hay empresarios que dicen: yo había sorteado la pandemia, pero el paro y los bloqueos no. Y aquí tenemos un reto gigante de hacer cambios estructurales en Colombia, y la solución no es por la vía de los subsidios, la solución es por la vía del trabajo”.
¿Cuál sería la propuesta para generar empleo?
“Lo ideal es que se bajen las cargas tributarias y poder hacer empresa, de cualquier tipo, mucho más fácil, y así generar empleo masivo, para poder salir de esta crisis económica de manera victoriosa y sostenible. Los subsidios en el corto plazo podrán ayudar en ciertas cosas, pero no hay sostenibilidad alguna porque los subsidios los pagamos todos nosotros”.
Ya mencionó el compromiso por la libre empresa y que hacerla sea más fácil...
“Tenemos un sistema tributario excesivamente cargado para las empresas, un marco regulatorio que no permite que ser formal sea fácil, es decir, la informalidad es la respuesta natural del mercado a que aquí en Colombia sea muy difícil montar empresa y generar empleo. Hay muchos impuestos, hay mucha carga regulatoria, entonces llega el sistema de gestión de no sé qué, de esto de lo otro y demás. La libre empresa es una premisa que por estatutos tiene Fenalco en su cabeza desde su creación y la vamos a potenciar con todas las de la ley. O sea, hay un reto gigante para poder ser formal de manera viable”.
Retomando la coyuntura de las protestas, ¿cuál es el balance?
“Habíamos calculado que las pérdidas diarias del comercio son de 12.000 millones de pesos para Antioquia, pero ascendieron a 18.000 porque sencillamente esto se agravó, los bloqueos se agudizaron, puede que en Antioquia se hayan manejado muy distinto al resto del país, pero el país está conectado, la economía es una cadena. El 60 % de nuestros comerciantes tiene carga represada en puerto y el 88 % observa escasez de alguno de sus productos, ya sea insumos o importaciones que iba a vender acá. Es un asunto muy complejo y uno diría que no solo puede hablarse del estado de resultados o indicadores financieros, porque cuando pierde una empresa pierde Antioquia, eso es indiscutible. Cuando se cierran las puertas de una empresa se cierra el ingreso no de cien, veinte, cuarenta personas, se cierra el ingreso de cien, veinte o cuarenta familias y se entierran los sueños, el trabajo y los proyectos de muchos años de un dueño o un socio que le pedaleó mucho a su empresa. Entonces, la situación es bastante compleja, y va mucho más allá de un número”.
Ya la Alcaldía de Medellín anunció la apertura de la ciudad desde el 8 de junio, ¿cómo se recibe esa decisión?
“Se hicieron demasiados anuncios al mismo tiempo y no los han profundizado mucho. Celebramos que se dé la reapertura y la reactivación. Ya era hora, los empresarios y la sociedad lo necesitan y celebramos que se quiera hacer un piloto de Medellín 24 horas, que es algo que en distintos espacios Fenalco lo ha planteado. Nos causa duda el anuncio del alcalde de generar 20.000 empleos, porque no deja claro quién los va a generar y si es la empresa privada o será a partir de la administración municipal, lo que aumentaría bastante el gasto publico. También celebramos que se vayan a aplicar incentivos tributarios a ciertos sectores y empresas, pero la invitación es a que esto sea para todas las empresas”.
¿Qué otras consideraciones hace de las iniciativas del Municipio de Medellín para la reapertura total?
“Hay un plan para los jóvenes que tampoco nos queda claro, solo conocemos anuncios cuya profundidad no la sabemos, pero la respuesta desde acá es que más allá de dar subsidios e implementar programas sociales, la apuesta es por generar empleos desde el sector privado”.
De cara al afiliado, ¿cuáles serán las tareas?
“La primera es un fortalecimiento de la organización. Tenemos representatividad, y hay muchas ganas de los empresarios de participar, de ser activos en la sociedad civil, de participar y pronunciarse con respecto a políticas públicas. Veo que tenemos que renovar el gremio y traer jóvenes. Le quiero llegar a los emprendedores y hablarle a quien vende tortas o aretes por Instagram, porque ese es un empresario. Hablarle al joven que hereda la gerencia del negocio a su papá, porque hay un cambio y seguro comparto muchas cosas con ese gerente, que posiblemente seamos de la misma generación, y hablamos en otros idiomas y queremos organizaciones mucho más horizontales y no tan jerárquicas, sin perder el respeto ni desconocer el valor de la experiencia” (ver Para saber más)