En el último año la inflación promedio de los precios de la carne de res en Colombia observó una variación de 5,51%, según cifras del Dane.
En esa línea, un kilo de muchacho que en la última semana de julio del año pasado valía $33.175 en la Central Mayorista de Antioquia cuesta hoy $34.625, aumento que obedecería, en parte, al auge de las exportaciones.
Y es que las ventas de carne, animales vivos, vísceras y lácteos al exterior sumaron, de enero a mayo de este año, US$196,2 millones, cifra que evidencia el fortalecimiento del sector ganadero en materia de comercio exterior.
Para José Félix Lafaurie Rivera, presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), “este, que es el año en el que celebramos los 500 años de la ganadería en Colombia, queremos cerrar con US$500 millones en exportaciones”.
Pero lo que este gremio celebra, puede estar en contra de los bolsillos de los consumidores en el país.
Walter Ruiz, presidente de la Asociación Colombiana de Comercializadores de Carne (Asocolcarnes), quien sostiene que esos despachos tienen un efecto directo sobre el precio en el mercado interno, cosa que se aprecia desde hace algún tiempo, y que se agudiza por épocas.
“Eso depende de las tendencias del mercado, cuando Brasil tiene una oferta baja de la res en pie, es fácil que se dirijan los embarques de animales vivos hacia allá, causando una reducción aquí”, comentó Ruiz.
Este año ha habido repuntes en los precios del alimento, entre abril y mayo, y eso se ha sostenido, sin que se aprecie una disminución en los precios.
¿La gente está comiendo más o menos carnes de res? Ruiz explicó que ese es un mercado que tiene un perfil muy definido, pero se vuelve suntuario, en especial cuando hay una oferta de carne de cerdo que presiona el costo de esta otra proteína a la baja. “Desde hace unos tres meses la carne de cerdo tiene tendencia a la baja y algo sustituye el consumo de carne de res”, añadió.
Subirá el consumo de carne de res
Analistas económicos de Grupo Cibest, matriz de Bancolombia, insisten en que este 2025 se perfila como un año de aumento en el consumo per cápita de carne res.
“Después de un crecimiento del consumo per cápita en 2024 de 2,8%, la dinámica observada este año nos lleva a proyectar un consumo de 18,8 kilos por habitante, lo que significaría un aumento del 3,3% frente a 2024. Es una cifra que superaría levemente el valor observado en 2016 (18,7 kilos), momento a partir del cual se empezó a observar un retroceso en este indicador”, anotaron.
Este crecimiento está siendo impulsado por un aumento de las importaciones de carne de res, que crecen un 24% en lo corrido de este año, pero principalmente por un mayor sacrificio para consumo interno, que, en peso en canal, en el acumulado enero-mayo de este año, aumentó 7,7% frente al mismo periodo del año anterior.
En cuanto a las exportaciones, señalaron que Colombia no solo compite con Brasil en el mercado internacional de carne, sino también en la exportación de ganado en pie.
A mayo de este año, las exportaciones de ganado en pie desde Colombia, en dólares, aumentaron 7,5%. Los principales destinos de exportación durante este periodo fueron Egipto (participación del 37%), Arabia Saudita (31%) e Irak (30%).
De estos mercados, se resalta que Egipto es el segundo destino de exportación de Brasil, lo que implica que con ellos se compite en ese mercado de manera directa. Además, Brasil actualmente llega a todos los socios comerciales de Colombia con cantidades que superan las exportaciones nacionales, particularmente a Egipto.
En la competencia por el mercado de exportación, la tasa de cambio se ha comportado muy diferente para Colombia y Brasil. A la hora de competir en este mercado existen muchos factores, pero el precio interno del ganado en pie y la tasa de cambio juegan un rol esencial.
Sobre el segundo punto, 2025 ha sido un año en el que muchas de las monedas latinoamericanas se han apreciado; se ha evidenciado una debilidad generalizada del dólar por inquietudes sobre la economía de Estados Unidos, generadas por la guerra comercial y el deterioro fiscal.
“Esto ha llevado a que, entre enero y agosto, el real brasilero y el peso colombiano se hayan valorizado alrededor de un 10% y 6%. Sin embargo, cuando se mira la variación entre inicios y finales de 2024, el real se devaluó el doble que el peso (26% vs. 13%), lo que le ha generado presión a Colombia a la hora de competir en los mercados internacionales”, concluyeron los analistas de Cibest.