Una suma de crecimiento económico, desarrollo empresarial, impulso político y “cierto inconformismo” de cómo eran atendidas en la década de los ochenta las empresas por la Cámara de Comercio de Medellín, fueron las raíces para que los municipios de Itagüí y Envigado buscaran tener su propia cámara de comercio.
Así lo reseñó el historiador César Augusto Lenis Ballesteros en un libro publicado a finales de 2008 sobre la Cámara de Comercio del Aburrá Sur, entidad registral que mañana celebrará sus 25 años de labores y reconocerá igual número de empresas y comerciantes de su jurisdicción, en el Centro de Convenciones Aburrá Sur, en Itagüí.
Luego de muchos ires y venires, traspiés normativos, resistencias gremiales y persistencia de alcaldes locales de la época y empresarios, la entidad inició actividades el 8 de abril de 1992. Y no solo atendió a Itagüí y Envigado, pues a su jurisdicción se sumaron los vecinos de Sabaneta, La Estrella y Caldas.
De esa forma comenzó a atender en una modesta sede, en una esquina de Itagüí, hasta donde iban a cumplir con su registro mercantil cerca de 1.200 empresas y 15 mil establecimientos de comercio de los municipios del sur del área metropolitana.
Un cuarto de siglo después, no solo hay una sede principal más grande, sino sucursales en cada municipio.
Ya son 70.404 matriculados, 38.147 de ellos renovaron en el primer trimestre de este año, entre empresas, personas y organizaciones sin ánimo de lucro. La segunda cámara de comercio más joven de las 57 que tiene el país, ya es la séptima más relevante, medida por número de unidades productivas y tamaño de empresas. La anteceden las correspondientes a Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Bucaramanga y Cartagena, todas capitales de departamento (ver Opinión).
Pero la Cámara del Aburrá Sur trascendió esa labor registral. Dio a Itagüí un centro de convenciones, que costó 13 mil millones de pesos y en operación desde 2008. También amplió sus servicios para fortalecer, formalizar y dar más competitividad a las empresas y comercios de los cincos municipios.
Al tiempo, apostó por estimular el emprendimiento, que más compañías de su jurisdicción exporten y sumen innovación a sus productos y servicios. Al frente de la entidad ha estado desde mediados de 1992 Lillyam Mesa Arango. Así respondió a EL COLOMBIANO sobre la evolución de la Cámara, lo que viene, preocupaciones y desarrollo de esta zona del Valle de Aburrá:
¿Cuáles son los principales hitos en estos 25 años?
“Los resumiría así: la descentralización de la atención en los municipios; pasar a tener servicios registrales virtuales; la capacitación para los empresarios e intervención con programas para mejorar su competitividad; el programa ‘Emforma’ para sumar emprendimiento y asociatividad; y el pacto Educación, Empresa, Estado, que cultiva nuevos empresarios desde los colegios; y habernos convertido en una entidad privada referente para integrar visiones de un desarrollo económico y urbano más equilibrado en el Aburrá Sur”.
¿Qué ha sido complejo de sortear para la Cámara?
“En los inicios fue lograr que gremios y sector público departamental y nacional nos reconocieran como un actor para trabajar de la mano por la competitividad de la región. Pero se pudo y desde hace años ya trabajamos de la mano en varios frentes”.
¿Qué responde a quienes dicen que la Cámara es el “Tío Rico” del Aburrá Sur?
“Es todo un mito. Lo que sí hacemos es ser gestores de recursos y alianzas para poder tener mayor impacto y por eso tratamos de trabajar con el Banco Interamericano de Desarrollo o la CAF (Banco de Desarrollo de A. Latina). Es más, le cuento que el presupuesto de la Cámara para este año es de 15 mil millones de pesos, de los cuales unos 4 mil millones van al para Emforma. Aquí tratamos de hacer rendir cada peso con responsabilidad y honestidad, ahí está la clave, de lo contrario no hubiéramos pagado en tres años y no en nueve los 13 mil millones de pesos que costó el centro de convenciones y que quedó listo en 2008”.
¿Cómo se asegura continuidad en iniciativas público-privadas entre los vaivenes por cambio de cinco alcaldes al mismo tiempo?
“Siempre hemos tenido claro que nos complementamos con las administraciones municipales. Además, cada cuatro años sacamos Aburrá Sur Pregunta a sus Candidatos y les entregamos información que elaboramos en la Cámara y es útil para que estructuren sus planes de Gobierno”.
¿Qué le preocupa hoy a los empresarios de su jurisdicción?
Además de los casos de corrupción que han salido a flote, nos preocupan los altos impuestos, industriales y comerciantes no pueden con más, así como la inestabilidad jurídica, cuando se requieren reglas estables. En lo local, que se pueda dar crecimiento armónico entre el desarrollo habitacional, empresarial y de servicios en el Aburrá Sur”.
¿Qué planes tiene la Cámara para los próximos años?
Esperamos tener lista en 2019 la sede propia en Sabaneta, ya tenemos listo el lote de 760 metros cuadrados y comenzarían las obras el próximo año. Continuaremos con la actualización tecnológica y estamos empeñados en promover con más ahínco que hayan zonas francas, parques logísticos, complejos tecnológicos, aprovechando la disponibilidad de territorio en Caldas. También buscaremos que pueda ser realidad, con la Gobernación de Antioquia, que el Parque Manantiales (Envigado), atraiga inversión extranjera y genere más empleo.