Aunque la oferta y los precios de la res en carnicerías del Valle de Aburrá se mantienen estables, algunos vendedores indican una reducción de hasta un 30 % en las ventas, debido a temores infundados de los compradores, desde que se conoció el foco de fiebre aftosa en el municipio de Tame, Arauca.
“Hace dos semanas, comenzó a reducirse el consumo de carne de res porque la gente siente miedo y cree que la carne es tóxica. Por eso, muchos clientes han optado por comprar cerdo, como quienes tienen ventas de tamales”, afirmó Ómar Velásquez, administrador de Maxicarnes La Rioja.
A pesar de que los precios bajaron en la última feria y se ha transmitido esa reducción a los consumidores, estos prefieren no llevar carne de res.
Velásquez afirmó que recortarán el sacrificio en un 30 % y controlarán la rotación de su ganado. Un 60 % de la carne que venden proviene de Apartadó, Urabá, y el porcentaje restante la compran en la feria de Medellín. Por tanto, se verá obligado a despedir personal, “porque los gastos fijos siguen siendo los mismos”.
La menor venta de res se reforzó por el brote detectado en Cundinamarca, el lunes pasado, incluso cuando no es transmisible a humanos y, por tanto, no debe afectar el consumo de carne y leche, ha insistido el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri.
Entre tanto, hay cuarentena del ICA en cuatro municipios antioqueños: Puerto Triunfo, Puerto Nare, Puerto Berrío y parte baja de Sonsón.
“Si se inmovilizan los ganados en otros municipios y veredas, habrá menos oferta de ganado en la feria y aumentarán sus precios, afectando el consumo de los clientes”, explicó Humberto Rendón, propietario de Carnes La Sabanera, en la Plaza de Mercado de Envigado.
Por su parte, el gerente de la Feria de Ganados de Medellín, Jorge Mario Escobar, indicó que “el impacto sobre los precios se comenzará a observar desde el próximo lunes”.