El mercado de bonos verdes, títulos de deuda en el que los recursos obtenidos se comprometen a financiar proyectos que sean sostenibles y socialmente responsables, está creciendo en Colombia. Así lo señaló la Superintendencia Financiera a EL COLOMBIANO, pues desde 2016 hasta el momento se han autorizado seis emisiones, de las cuales cinco se han llevado a cabo en el país y una en Brasil.
Bancolombia, Banco de Comercio Exterior de Colombia (Bancóldex), Davivienda, Epsa (filial de Celsia, empresa que a la vez forma parte del Grupo Argos) e ISA han sido las entidades y compañías que ya se han lanzado al ruedo con este tipo de bonos (ver gráfico).
La emisión más reciente fue la efectuada por Bancolombia (la segunda para ellos desde la que realizaron el 5 de diciembre de 2016 por 350 mil millones de pesos) el pasado 18 de julio por 300 mil millones de pesos.
José Humberto Acosta, vicepresidente financiero del Grupo Bancolombia, explicó que la colocación de esos títulos se hizo en dos tramos uno a tres años (153.306 millones de pesos) y otro a cinco (146.694 millones de pesos).
La emisión tuvo una demanda total de 565.516 millones de pesos, equivalente a 2,85 veces el monto inicial ofrecido (200 mil millones de pesos), en la cual participaron más de 170 inversionistas entre personas jurídicas y naturales.
Eduardo Atehortúa, profesor de la Universidad Eafit y director para América Latina de Principios de Inversión Responsable, explicó que hoy en día la deuda verde es igual de rentable que la deuda corporativa o soberana tradicional. “Por eso es que están ganando tanta fuerza en los últimos años y debido a esto seguramente será un mercado que se dinamizará mucho más”, aseguró.
En 2007, bancos de desarrollo como el Banco Mundial y la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) emitieron los primeros títulos de deuda de este tipo al mercado. En Colombia, la apertura hacia estos negocios apenas empezó a finales de 2016 con la primera emisión de Bancolombia. No obstante, Atehortúa resaltó que el país junto con Chile y México son las naciones de Latinoamérica más desarrolladas en este tema hasta ahora.