Róbinson Sáenz - Los calabozos del Palacio de Justicia no están habilitados para soportar cargas altas de presos, son sitios sólo de paso.
Róbinson Sáenz - La angustia de los reclusos se expresa en lamentos y pedidos urgentes para que se soluciones la situación.
Róbinson Sáenz - Las familias de los internos permanecen en las afueras del Palacio de Justicia atentas a cómo evoluciona la solución del problema.
Róbinson Sáenz - La Policía cumple una labor cívica al estar entrando y saliendo para llevarles la comida a los reclusos apiñados en el sótano.
Róbinson Sáenz - Los detenidos se mantienen sin camisa, pues el sofoco es muy fuerte en el sótano, por el alto número de personas.
Róbinson Sáenz - Una carta, un mensaje, una frase de cariño, es la única comunicación que existe entre las familias y los presos afectados por esta situación.