Identificada en Ladrilleros, Buenaventura, esta especie resalta la biodiversidad del país y su estrecha relación con las tradiciones culturales de la región.
En un importante hallazgo para la biodiversidad del país, investigadores han descrito una nueva especie de rana venenosa en el corregimiento de Ladrilleros, Buenaventura, Valle del Cauca.
Lea también: Conozca los tres hallazgos científicos que se confirmaron esta semana en el país
Bautizada Epipedobates currulao, la especie fue identificada por científicos colombianos y estadounidenses, y su descripción ha sido publicada en la revista ZooKeys.
El equipo de investigación estuvo encabezado por Mileidy Betancourth-Cundar, egresada del Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad de los Andes, junto con Juan Camilo Ríos y el profesor Andrew Crawford.
La rana fue hallada en un muestreo realizado en la región en el marco de un estudio sobre toxinas de ranas del género Epipedobates, donde se detectaron diferencias en la coloración y el canto de una población de ranas inicialmente identificadas como Epipedobates boulengeri, una especie que habita en la Isla Gorgona.
Así que fueron esas características distintivas las que llevaron a los académicos a indagar más a fondo para determinar si la especie ya había sido previamente descrita o no.
El camino para la descripción de esta especie tomó varios años: en 2016, la investigadora Rebecca D. Tarvin regresó a Colombia para realizar nuevas expediciones en busca de ranas del género Epipedobates.
Posteriormente, en 2022, durante el Congreso de Herpetología en Cali, Tarvin, Betancourth y Ríos viajaron nuevamente a Ladrilleros para grabar los cantos y recolectar especímenes tipo.
Para confirmar que se trataba de una nueva especie, compararon los especímenes con otros alojados en museos como el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, el Museo de Historia Natural C.J. Marinkelle de la Universidad de los Andes y el Museo de Zoología de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
Al final, los análisis filogenéticos y morfológicos confirmaron que se trataba de una especie previamente no descrita.
Para saber más: Descubren nuevas especies de peces en las cuencas del Magdalena y del Atrato
El nombre Epipedobates currulao fue elegido en honor al género musical afrocolombiano conocido como currulao o bambuco viejo, una tradición cultural profundamente arraigada en la región del Pacífico colombiano.
Es decir, la elección busca resaltar la conexión entre la biodiversidad y la riqueza cultural del país.
El descubrimiento de Epipedobates currulao subraya la importancia de seguir explorando los ecosistemas tropicales de Colombia, donde aún quedan muchas especies por describir.
Además, refuerza la necesidad de conservar los hábitats de anfibios, un grupo de vertebrados particularmente vulnerable al cambio climático y la deforestación.
Siga leyendo: En el herbario de la UdeA hay nuevas especies de plantas para la ciencia
