x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

La Universidad de Antioquia es un santuario alado

Así lo reveló un estudio publicado en la revista científica Boletín SAO, que documentó 121 especies de aves en el campus entre 1994 y 2025.

  • Una cuarta parte de las especies de aves del Valle de Aburrá ha sido registrada en Ciudad Universitaria, esta, por ejemplo es la Euphonia laniirostris. FOTO cortesía Sergio Chaparro Herrera
    Una cuarta parte de las especies de aves del Valle de Aburrá ha sido registrada en Ciudad Universitaria, esta, por ejemplo es la Euphonia laniirostris. FOTO cortesía Sergio Chaparro Herrera
  • Turdus ignobilis. FOTO cortesía Sergio Chaparro Herrera
    Turdus ignobilis. FOTO cortesía Sergio Chaparro Herrera
  • Asio stygius. FOTO cortesía Sergio Chaparro Herrera
    Asio stygius. FOTO cortesía Sergio Chaparro Herrera
07 de mayo de 2025
bookmark

El canto agudo de un bichofué resuena entre los árboles mientras un grupo de estudiantes atraviesa la sede central de la Universidad de Antioquia rumbo a clase. Al mismo tiempo, sobre los tejados, una tangara rastrojera revolotea en el dosel, mientras que en un rincón menos transitado, una mirla ollera picotea el pasto húmedo. A simple vista parecen escenas cotidianas, pero en realidad son parte de un fenómeno silencioso que revela cómo la Ciudad Universitaria, más allá de ser un espacio académico, funciona también como refugio para más de un centenar de especies de aves, muchas de ellas migratorias, endémicas o amenazadas.

Lea también: Nuevo laboratorio de ecología urbana en la UdeA: así investigarán el impacto ambiental en Medellín

Así lo demostró un estudio recientemente publicado en la revista científica Boletín SAO, de la Sociedad Antioqueña de Ornitología, en la cual se documentó la presencia de 121 especies de aves en el campus entre 1994 y 2025. El trabajo, liderado por el Grupo de Ecología y Evolución de Vertebrados (GEEV) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, recopiló datos de fuentes diversas —artículos académicos, registros de campo, literatura especializada y plataformas como eBird—, y tras una rigurosa curaduría, permitió consolidar una base de datos histórica y precisa, que revela la riqueza de la avifauna local y su evolución en el tiempo.

<i>Turdus ignobilis</i>. FOTO cortesía Sergio Chaparro Herrera
Turdus ignobilis. FOTO cortesía Sergio Chaparro Herrera

Por ejemplo, según la investigación, en la UdeA habita una especie endémica —la guacharaca (Ortalis columbiana)—, cuatro casi endémicas, tres en estado de amenaza global, 25 especies migratorias boreales y cuatro altitudinales.

Algunas otras, como el pibi boreal (Contopus cooperi) o la reinita cerúlea (Setophaga cerulea), cruzan miles de kilómetros desde Norteamérica para alimentarse entre la vegetación del campus. “Hacen un viaje de hasta 9000 km. Algunas regresan a sus zonas de origen, otras se quedan y se vuelven residentes”, explica Sergio Chaparro Herrera, investigador del GEEV, pues como el campus está conectado con corredores verdes como el Jardín Botánico, el Cerro El Volador y el río Medellín, allí encuentran alimento, refugio y condiciones propicias para descansar.

Entérese de más: La vida salvaje vive en la UdeA y, a veces, tiene forma de perro zorro

Pero más allá del conteo, el estudio destaca por su valor científico: es el primer inventario curado que documenta la avifauna de un campus urbano en Medellín durante tres décadas continuas. De igual forma, ofrece una clasificación por frecuencia de aparición —común, ocasional o rara— que permite rastrear cambios en las dinámicas ecológicas del entorno. “Estudiar aves nos permite entender el estado de los ecosistemas”, afirma Chaparro.

En ese sentido, Juan Luis Parra, profesor asociado del Instituto de Biología, adscrito a la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, también colaborador del estudio: “Hoy en día cada vez se habla de áreas urbanas sostenibles, y esa sostenibilidad incluye la calidad del ambiente, que puede medirse de varias maneras: calidad del aire, calidad del agua y temperatura; pero muchas veces, los primeros indicadores de cambios en la calidad del ambiente son los organismos que están expuestos”. Para él, conocer la biodiversidad local permite anticipar alteraciones ambientales antes de que sean visibles en los sistemas físicos.

<i>Asio stygius</i>. FOTO cortesía Sergio Chaparro Herrera
Asio stygius. FOTO cortesía Sergio Chaparro Herrera

Lo cierto es que la Ciudad Universitaria tiene 28,75 hectáreas, de las cuales más de la mitad están cubiertas por árboles, arbustos y pasto, y esa proporción justamente es la que la convierte en un pulmón atípico en Medellín, donde más del 80 % del suelo está urbanizado. Esa condición, sumada a su ubicación estratégica entre corredores ecológicos, explica por qué una de cada cuatro especies de aves del Valle de Aburrá puede observarse en este recinto universitario. No es un dato menor: en tiempos de crisis climática, conocer y conservar la biodiversidad urbana no es solo una cuestión científica, sino una forma concreta de cuidar el presente y anticipar el futuro.

Le puede interesar: ¿Qué árboles resisten mejor la contaminación en Medellín? Un estudio de la UdeA lo revela

El empleo que buscas
está a un clic

Nuestros portales

Club intelecto

Club intelecto

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD