A Mateo Jaramillo Naranjo no lo conocí, pero desde que las autoridades dieron a conocer su homicidio, es imposible no vincularse con sus palabras y su profundo amor por el conocimiento y la educación. Tenía 23 años, era egresado de Licenciatura Inglés-Español de la Universidad Pontificia Bolivariana y se había graduado con honores, un detalle que pude notar en una de las fotografías que me compartieron de él recibiendo su diploma en la universidad.
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Su muerte sucedió entre el 17 y 18 de enero, cuando en circunstancias confusas entró a su apartamento, ubicado en el barrio Florida Nueva, acompañado de dos personas. Su familia no supo más de él, hasta que por la desesperación y la zozobra decidieron dirigirse hasta su casa y forcejear la puerta. Lo encontraron allí sin vida, atado en sus cuatro extremidades. El joven pertenecía a la población LGBTIQ+ y no se descarta que el homicidio esté relacionado con su orientación sexual.
Mateo Jaramillo Naranjo tenía una profunda conexión con los libros y la literatura; un amigo cercano me compartió un par de reseñas que escribió de algunos libros entre 2021 y 2024. En su biblioteca digital de Goodreads están algunas obras como Rebelión en la granja de George Orwell; Todas mis cosas en tus bolsillos, de Fernando Molano Vargas; Cuando éramos felices pero no lo sabíamos, de Melba Escobar; Las malas, de Camila Sosa Villada; y Cómo maté a mi padre, de Sara Jaramillo Klinkert.
Comprometido con sus estudiantes de colegio —quienes escriben lamentando su muerte en redes sociales—, quería aproximarse más a la adolescencia para comprenderlos más. Por ejemplo, en su biblioteca virtual también dejó su impresión del libro Una breve historia de la adolescencia, del profesor francés David Le Breton, donde agradeció a la obra al ser útil para su trabajo como docente.
“¡Excelente libro! Ofrece un panorama general y a la vez minucioso de las diversas perspectivas desde las cuales se puede observar el fenómeno de la adolescencia. No solo nos sirve a los que trabajamos con esta población, sino en general a todo adulto que esté revisitando su experiencia de vida con fines de crecimiento personal: cerrar puertas que quedaron innecesariamente abiertas. Entender las puertas, y saber por qué hay que cerrarlas”.
Por lo que pude notar de su viaje literario, en 2022 se encontró con la primera obra de William Shakespeare: El Rey Lear. Un descubrimiento que alegró su vida: “Desde el inicio me enganché con la precisión en que Shakespeare, como muy pocos, dice lo que tiene que decir y como lo tiene que decir. ¡Moriría por ver esta obra en escena! Estoy seguro de que esta será la primera lectura de muchas que haré de este autor”.
Andrés Soto, amigo cercano, lo describió como una de las personas más dedicadas e inteligentes que alguien podría conocer. “Ganó su reconocimiento dentro de la universidad por su liderazgo y sus habilidades, por su capacidad analítica y su pasión por la lectura. Cualquier persona que lo conoció te daría fe de ello”, aseguró a EL COLOMBIANO.
Leía. Leía mucho: a veces, según cuenta Andrés, leía poesía en sus historias de Instagram y compartía hallazgos literarios que encontraba en los tesoros de su biblioteca. “Era coleccionista de libros”, detalló su amigo Soto.
En su página de LinkedIn, Mateo se describía como un hombre apasionado, responsable, adaptable y con disposición para trabajar en equipo. Esas eran consideradas sus mayores fortalezas y lo demostró. El joven fue representante estudiantil de la Facultad de Educación de la UPB en 2021, reconocido como becado de honor y estudiante distinguido. Actualmente era docente de inglés en el Colegio de la UPB y también apoyaba a las áreas de Lengua Castellana e Investigación Formativa.
Seguro son muchas historias las que tienen por contar amigos y familiares de Mateo. Yo solo encontré una pequeña parte de su mundo, una pequeña parte rica en historias, reflexiones y críticas.
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La UPB se pronunció sobre su muerte, refiriéndose a amigos y familiares. “Enviamos un mensaje de amor, esperanza y fortaleza para la familia y los seres queridos de Mateo Jaramillo Naranjo, docente del Colegio de la UPB. Su legado como educador y su profesionalismo y humanismo vivirán para siempre”.
La muerte de Mateo es el primer homicidio que se registra este año en la comuna Laureles-Estadio. En este 2025, van 16 homicidios en Medellín, frente a 18 registrados en el mismo periodo de 2024, lo que equivale a una reducción del 11 %. Las autoridades continúan tras las pistas que den con el paradero de los culpables de esta dolorosa muerte.
